DERROTEMOS EL PLAN DE AJUSTE DE MACRI, LOS GOBERNADORES Y EL FMI

El gobierno de Macri atraviesa la peor crisis desde su asunción: a la fuga de capitales, las corridas cambiarias, la caída general de la actividad económica y del consumo, se suman los escándalos de los “cuadernos” y de los “aportantes truchos” de Vidal en la provincia de Buenos Aires.

                Los “cuadernos” desnudan a toda la clase capitalista, con sus coimas y corrupción y colocan en el banquillo de los acusados tanto a los empresarios, que utilizan la obra pública para enriquecerse a costa del Estado, como a los funcionarios del gobierno anterior y el actual.

¡Denunciamos al kirchnerismo - y su entrelazamiento con la patria contratista - y al macrismo,  representante directo de los grupos económicos beneficiados de esa corrupción!

El gobierno de Macri, y sus aliados políticos, quiere descargar la crisis actual sobre los trabajadores y todos los sectores populares. En dos años y medio, el endeudamiento externo es el más alto a nivel mundial. El carácter impagable de la deuda externa ha desatado una fuga de capitales y la incesante devaluación de la moneda. El salvavidas que el gobierno de Macri le pidió al FMI es simplemente “un salvavidas de plomo” y se suceden devaluaciones y tarifazos en cadena en el marco de las brutales medidas de ajuste pactadas con los gobernadores contra la mayoría trabajadora. Las consecuencias sociales de esta política son tremendas.

Los pronósticos sobre el nivel de inflación rondan el 35/40%, mientras la paritarias apenas cubren la mitad de ese porcentaje. Entre los trabajadores del Estado y los docentes, es peor aún.

Los despidos y suspensiones arrasan la industria y el comercio. Y, apoyadas en la recesión, las patronales buscan avanzar con la reforma laboral “de hecho”, flexibilizando los convenios colectivos de trabajo y buscando eliminar conquistas históricas del movimiento obrero.

El ajuste del gobierno nacional de Macri -en alianza con los gobernadores del PJ, incluido el kirchnerismo – tiene su réplica en cada una de las provincias.

El masivo paro nacional del 25 de junio fue aprovechado por el triunvirato de la CGT para “descomprimir” la bronca y reafirmar su política de colaboración (como ya alertaba nuestro documento de convocatoria al plenario nacional del sindicalismo combativo de Lanús realizado el 23 de junio).

En una reciente reunión con Macri, en Olivos, el triunvirato de la CGT acordó profundizar “la tregua sindical” e incluso habilitar la posibilidad de una reforma laboral “por tramos”. Eso implica, en primer lugar, aislar las luchas tenaces, como las de los compañeros de Télam, de Luz y Fuerza de Córdoba, del Astillero Río Santiago, de los docentes bonaerenses por infraestructura, de la docencia universitaria, o como la lucha de tantos otros sectores que pelean por romper el techo salarial en todo el país.

Por su parte, los Moyano, Palazzo y Yasky, han postergado cualquier medida de lucha para llamar a “votar bien” en 2019.  Ese es el planteo del Frente “21F”, que formaron con la centroizquierda y los movimientos sociales afines al Vaticano. Actúan en función de las internas del PJ, buscando un recambio patronal ante un hundimiento de Macri, no como representantes del movimiento obrero para defender los intereses de los trabajadores.

La Iglesia se cobró con el freno al aborto legal, seguro y gratuito que reclama el movimiento de mujeres, su contribución a la contención de las luchas alineando a los partidos patronales a través del senado, pero también a la propia CGT, las CTA y a los movimientos sociales de San Cayetano, cuando millones de compañeras y compañeros peleamos en las calles por este derecho fundamental. El plenario del sindicalismo combativo acompaña el reclamo de la separación de la Iglesia del Estado.

El 29 de agosto se reúnen los secretarios generales de la CGT. ¿Con qué mandato? Ninguno, por parte de las compañeras y compañeros, que en cada fábrica, taller, escuela, repartición o lugar de trabajo estamos siendo víctimas del ajuste.

Llamamos a deliberar mediante asambleas en los lugares de trabajo para reclamar un plan de lucha de cada gremio. Desde allí reforzar el reclamo a la CGT y las CTA de un inmediato paro activo de 36 horas, con abandono de fábricas y movilización a la Plaza de Mayo. Si somos millones en las calles podemos derrotar el plan de ajuste de Macri, los gobernadores y el FMI.

La rebelión educativa bonaerense, la huelga triunfante de 43 días de los docentes de Neuquén que rompió el techo salarial, imponiendo la actualización salarial por inflación, la resistencia de los trabajadores mineros de Río Turbio, de Télam, la gran huelga de los docentes universitarios, la lucha del Astillero Río Santiago, como la reciente movilización de 15.000 trabajadores en apoyo a Luz y Fuerza de Córdoba, muestran la gran disposición de la clase obrera para enfrentar el ataque de Macri, el FMI y los gobernadores.

¡Hay que unificar las luchas y fortalecer al sindicalismo combativo con el surgimiento de nuevas direcciones en todo el movimiento obrero!

Contra el techo salarial que pulveriza el poder adquisitivo de la clase trabajadora, reapertura inmediata de todas las paritarias, indexación mensual de los salarios y la duplicación del monto de los planes sociales y la asignación universal por hijo.

Contra los despidos y suspensiones, reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario, ocupación y estatización de toda empresa que cierre o despida masivamente. Por la victoria de todas las luchas en curso.

Contra el vaciamiento del país en beneficio de los usureros internacionales, no al pago de la deuda externa, nacionalización de la banca y el comercio exterior, nacionalización de los recursos energéticos y naturales, reestatización de todas las empresas privatizadas. Por un plan económico de los trabajadores, para que la crisis la paguen las patronales. Por un plan de lucha nacional de la CGT y las CTA para derrotar el plan de ajuste de Macri, los gobernadores y el FMI.

[Declaración del Plenario del Sindicalismo Combativo de Lanús]