Ferroviarios: ¡No al convenio de los ´90!
La directiva de la Unión Ferroviaria (lista Verde de Pedraza), aliada al kirchnerismo, ha firmado a espalda de los ferroviarios un convenio que vende nuestros puestos de trabajo y se asegura un negocio millonario. Llamamos a rechazarlo.
Pablo Montenegro • Cuerpo de Delegados Sarmiento
Indigna pero no asombra. Mientras liberaban de culpa a Jaime y a Cirigliano en la causa que se les sigue por corrupción, los ministros Tomada y Randazzo, y Sergio Sassia -Secretario General de la Unión Ferroviaria-, firmaban a espaldas de los compañeros ferroviarios un convenio fraudulento e ilegítimo contra el que ya el cuerpo de delegados y la seccional Haedo presentaron la impugnación administrativa y judicial, conjuntamente con la denuncia penal.
El convenio entregado es el logro de muchos años de lucha y contiene el conjunto de las conquistas. Con el mismo se logró la estabilidad laboral, evitar las tercerizaciones e implantar un régimen disciplinario que evita la persecución laboral, política y gremial. Por todo esto es que las empresas (el estado nacional) necesita eliminarlo.
Cuando a principio de año se firmó la ley de “reestatización” de Randazzo, ya se orientó el futuro del ferrocarril a la reprivatización y a la precarización laboral. Ahora el convenio firmado intenta lograr este último objetivo, siendo un paso más contra la estabilidad laboral.
El gobierno y la burocracia acordaron una cláusula en la que se habilita a la empresa a despedir en forma masiva por razones económicas, operativas y/o tecnológicas, solo con un aviso previo de diez días al gremio. En el mismo artículo se acepta la modificación de las tareas de cada trabajador según los antojos de la empresa, al mejor estilo menemista.
En otra cláusula se establece que el gremio solo podrá discutir las sanciones al personal recién cuando el operario haya sido efectivamente sancionado, dando espacio a todo tipo de persecución laboral, gremial y política, tal como lo han hecho las patronales de las automotrices en complicidad con el burócrata Pignanelli.
La otra gran entrega es la habilitación a la empresa para tercerizar todos los trabajos en los que se vea “superada”. Esto favorece los negociados con empresarios privados que, en cierta medida, ya sucede, donde la sobrefacturación está a la orden del día. Además, el convenio es ilegítimo porque según las leyes 20744 y 23551, en los convenios por empresa no alcanza con la aprobación de las directivas nacionales, también deben ser firmados por los delegados y trabajadores de esa empresa, cosa que no ocurrió. Al contrario. ¡El “nuevo” convenio reemplaza a los delegados del Sarmiento por dos desconocidos!
A toda esta traición Sassia le puso precio: a todos los trabajadores que no estén afiliados al gremio se les descontará un 2% de su básico para destinarlo “a la Unión Ferroviaria”. Y la empresa pagará otro 2% del básico del total de los empleados. Un negocio multimillonario.
No hace falta que gane Macri para que vuelvan los planes de los ´90: ya lo viene haciendo el gobierno K. Los trabajadores del Sarmiento nos ponemos otra vez de pie en defensa de nuestro convenio, representación y estabilidad laboral. No vamos a ser la variable de ajuste para pagar la fiesta de los que se robaron todo. Por esta razón realizaremos una asamblea general el próximo 4 de noviembre para impugnar el convenio trucho y votar un plan de lucha.