Escribe Viviana Carranza Candidata a Secretaria Administrativa

Estamos en la recta final. En estos días se multiplican las recorridas por los edificios, las asambleas y las volanteadas en las puertas de las oficinas, ya que son los últimos días de campaña.

Allí se refleja la bronca de cientos de compañeras y compañeros que ven como en estos 20 años de la actual conducción (sí… ¡20 años!) hemos ido perdiendo salario y conquistas, mientras Telefónica y Telecom no han parado de ganar plata.

Este acuerdo cada vez mayor de Iadarola (Secretario General) y Marín (Secretario Adjunto) con las empresas, se renueva ahora con Telecom, en plena campaña electoral, cuando impiden el ingreso de los candidatos de la Granate a los edificios, mientras la Azul y Blanca se pasea a sus anchas. Cuando denunciamos la situación, la junta electoral (de la directiva), actúa como el “correo interno” de la empresa: nos dice que la empresa no autoriza el pedido. Y hay delegados oficialistas que son más “vigilantes” que la vigilancia empresaria, han impuesto el cumplimiento de la orden.

Es la primera vez que en nuestro gremio pasa algo así, ya que siempre hubo asambleas de cada una de las listas que se presentaban en las elecciones (fueran 2, 3 ó 5), donde se debatían las propuestas electorales. No solo es un cercenamiento al derecho democrático de la oposición: también busca evitar la necesaria discusión sobre la actual situación del gremio y cómo se puede organizar la pelea para recuperar el salario digno y enfrentar la flexibilización, entre otros temas que preocupan a la mayoría de los sectores.

Lejos de esto, la actual conducción “hace campaña” diciendo que “el contexto” está muy complicado, que el gobierno está duro y que lo más importante es defender la estabilidad, de la cual se supone que son garantía.

La realidad de las empresas de telecomunicaciones, que próximamente sumarán la oferta del cable y siguen expandiendo sus negocios con los celulares e internet, está muy lejos de ser “complicada”. La incorporación de nuevos negocios debería significar mejores salarios y condiciones de trabajo para nosotros. Y la fuerza que nos da manejar las redes telefónicas, internet, satélites y muchos otros recursos lo harían posible si hubiera una conducción dispuesta a dar la pelea. Eso es lo que lo que charlamos en las asambleas donde nos preguntan qué haríamos al frente del sindicato.

Pedimos el voto para exigir que la categoría inicial cubra la canasta familiar, terminar con las actas que modifican nuestro convenio (y que hacen que haya tareas con 7 y 9 horas en los mismos sectores), incorporar a las empresas de celulares a las condiciones y el horario de la telefonía fija, luchar por cobrar los bonos de participación en las ganancias y enfrentar la tercerización, entre otras medidas necesarias. Y decimos que, para lograr todo esto, hay que poner en pie nuevamente la inmensa fuerza de nuestro gremio a través del debate democrático y la unidad de todos los telefónicos.

Porque todo esto solo se logrará con una nueva conducción, democrática y combativa en Foetra Buenos Aires: el 18, llenemos las urnas con votos de la Granate.

Acto brindis de la Granate-Blanca

Sábado 13, 19 horas En Ademys, Solís 823, Ciudad de Buenos Aires. Habrá comida, bebida y números musicales