Miles de entrerrianos volvieron a marchar este fin de semana contra la pastera Botnia. La autorización para que incremente su producción por parte del gobierno uruguayo demuestra que Mujica, igual que el resto de los gobiernos latinoamericanos que se presentan como progresistas, actúan como vehículo de las multinacionales contaminantes. El kirchnerismo, por su parte, aprovecha ectoralmente el tema y dice que no permitirá el avance de la pastera

¡Pero es el mismo gobierno que pactó con la saqueadora y contaminante Chevron, sigue dejando que la Barrick se lleve nuestro oro, autoriza a pasteras puertas adentro, no pone plata para la Ley de Bosques y frenó la Ley de Glaciares! Pero los asambleístas no se dejan engañar por el doble discurso. Por eso el documento leído cargó las tintas contra los dos gobiernos y cerró señalando que el conflicto "solamente terminará cuando se erradique la planta de UPM-Botnia y desaparezca la causa que perjudica la unión de dos pueblos hermanos". Adelante, compañeros.