Bariloche: la inseguridad y el volcán social en alerta roja
Ante la liberación de dos hombres y tres mujeres encarcelados durante ocho meses sin juicio por los sucesos ocurridos el 20 de diciembre de 2012 en Bariloche, la actual intendenta "K" Maru Martini cargó las tintas sobre la justicia: "los jueces tienen que garantizar la paz social" e incluyendo el pedido del Comité por la Libertad de los Presos Políticos y Sociales la intendenta agregó "Yo defiendo a 130 mil habitantes, no a cinco". Recientemente hubo un ataque a un remisero y luego de una golpiza le incendiaron el vehículo. Los transportistas realizaron una manifestación en el Centro Cívico pidiendo seguridad y Martini arengó a los presentes: "Estoy harta de que entren por un lado y salgan por el otro...voy a encabezar la protesta contra la Justicia", además de pedir más mano dura, refuerzos policiales y de proponer al gobernador crear una Guardia Civil municipal.
El 44% de los ingresos en Bariloche provienen de actividades relacionadas con el turismo. Los trabajadores del sector sufren el trabajo en negro, contrataciones laborales temporarias y rara vez se cumplen los convenios colectivos de trabajo. La desocupación en la ciudad oscila entre un 9% en temporada y un 15% en la baja. Y se calcula que entre 40 y 60 mil personas viven en los barrios del Alto. Estos no tienen conexión de gas, a pesar de las bajas temperaturas en invierno, ni cloacas, y muchos de ellos viven sin agua potable de red. En estos barrios hay comercios que fraccionan los elementos de primera necesidad como la yerba, el azúcar y la harina en cantidades menores al paquete comercial de 1kg. La política del kirchnerismo ha sido el clientelismo electoral y no se diferencia casi en nada del método aplicado durante décadas por el radicalismo, donde se suceden con un municipio fundido y una provincia ausente de políticas que den respuesta a las necesidades del Alto.
Pichetto, en reiteradas oportunidades, ha dicho que el tema de la inseguridad en Bariloche se resuelve con la Gendarmería patrullando, y el gobernador "K" Weretilneck (mientras hace sus grandes negociados con Lewis y la Megaminería) oscila entre minimizar los exabruptos de la intendenta y dar una imagen de combatir a la maldita policía y el gatillo fácil, a declarar la necesidad de aumentar las medidas represivas como las penas más duras a los menores que delinquen. Viaja por la provincia entregando patrulleros y equipos, hablando de profesionalizar la policía, cuando la realidad es que de 6 mil efectivos provinciales, 4 mil no tienen el secundario finalizado. Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda ha denunciado constantemente este doble discurso K y que existe una estructura policial represiva intacta funcionando con métodos propios de la dictadura militar. Los asesinatos de Bonefoi, Cárdenas y Carrasco en 2010 en Bariloche, de Garrido en El Bolsón y la desaparición de Solano en Choele-Choel en 2011 lo respaldan. Las verdaderas intenciones de la intendenta de Bariloche, de Pichetto y del gobernador de Río Negro, es mantener su aparato policial intacto para el continuismo represivo y mantener el control sobre el descontento social. Contra eso luchamos y pedimos el voto por el Frente de Izquierda.