Saqueos, muertes, huelgas policiales, paros de trabajadores, más ajuste. ¡Y a la presidente no se le ocurrió mejor idea que festejar los “30 años de la democracia” para hacer propaganda kirchnerista y bailar sobre el escenario en Plaza de Mayo! ¡Una desubicación que generó una amplia indignación popular! ¿Festejar que el país es un caos inmerso en una tremenda crisis social y política? Encima llegan las fiestas y la inflación no para.

Lo que más aumentaron fueron los alimentos y bebidas. ¡Hasta se hace difícil comprar un pan dulce! Y saltó lo que el gobierno siempre intentó ocultar mediante las falsas cifras del Indec: la pobreza, la indigencia y miseria salarial. En el Chaco de Capitanich el 48% de la población vive en la pobreza. Mientras la presidente y sus funcionarios aumentan sus patrimonios personales en forma sideral, ahorran en dólares y navegan en la corrupción y la impunidad.

Detrás de las huelgas policiales están los salarios de pobreza. En algunos lugares, como Córdoba y Neuquén, los reclamos de los uniformados de menor rango han logrado arrancar aumentos importantes. Mientras el gobierno nacional habla de “extorsión” y los gobernadores embisten contra “sus” policías, atienden en forma inmediata sus reclamos, intentando contener un frente de crisis abierto con su propio aparato represivo. Pero lo que han hecho con estas subas no es más que adelantar el debate de las paritarias (el gobierno ofrece 20% y los aumentos a los policías han sido más del doble), poniendo en el tapete la necesidad de lograr un aumento de emergencia salarial ahora para todos los trabajadores y demás sectores populares ante la enorme carestía de la vida.

Esta situación de crisis económica, marginación y desigualdad social, sumada al hecho de los reclamos policiales, han sido los detonantes de los saqueos. Muchos de ellos por justas necesidades. Y otras, protagonizados por delincuentes contra comercios, kioscos y casas de familia, enfrentándose pobres contra pobres. Ante ello, los socialistas lamentamos las muertes. Y señalamos claramente que este caos social tiene responsables: el gobierno nacional encabezado por Cristina Kirchner y su “nuevo gabinete”. Y los gobernadores, sean oficialistas u “opositores”. Se tiran la pelota entre ellos, pero todos están de acuerdo en aplicar un mayor ajuste con impuestazos, aumento de tarifas, salarios y jubilaciones de pobreza.

El gobierno nacional ya dijo que no habrá “bono navideño” para los jubilados y que tampoco autorizará aumentos o compensaciones extraordinarias que algunos gremios estarían acordando con las patronales. La Asignación por Hijo ya es de extrema pobreza y no se eximirá del aguinaldo el pago del impuesto a las Ganancias, como sí ocurrió en julio. Mientras esto ocurre, Cristina Kirchner -con el apoyo de Sergio Massa, Mauricio Macri, Hermes Binner, Ricardo Alfonsín y compañía- se apresta a pagar 5.000 millones de dólares a Repsol. ¿Será para “indemnizar” el saqueo del petróleo y el gas que nos provocó en esta década ganada? Y seguir, por supuesto, priorizando los pagos de la deuda externa como una “cuestión de estado”. ¡En vez de destinar esos fondos a solucionar los graves problemas sociales!

Hace falta otro “modelo” económico al servicio del pueblo trabajador. ¡Plata hay! Hay que evitar que se destine a Repsol y a la deuda externa y que vaya a salario, trabajo, salud, educación y vivienda.

Lo que hace falta es un aumento inmediato para todos los trabajadores: docentes, estatales, trabajadores de la salud y para quienes cobran planes sociales. “Queremos el aumento que le dieron a los policías”. Esto vienen diciendo miles de trabajadores. Se empieza a reclamar 8.000 pesos de básico para todos. En Córdoba están tomados casi todos los hospitales de Capital y algunos del interior. Este miércoles marcharon los trabajadores de la salud, a los que se sumaron sectores de docentes y estatales y delegados de judiciales. Y en Neuquén hubo un exitoso paro provincial de la CTA con una importante marcha de estatales y docentes. Lo mimo reclaman esos trabajadores en varias provincias.

A la vez que repudiamos el “Comando Conjunto de Operaciones” conformado entre el gobierno nacional y los gobernadores para desplegar gendarmes y policías para reprimir, desde Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda llamamos a apoyar todas las luchas en curso. Impulsando asambleas y plenarios de delegados para exigir un aumento salarial de emergencia, un bono navideño, el doble aguinaldo o cualquier compensación que sirva para enfrentar la enorme carestía de vida. 8000 de básico para todos. 100% de aumento en la Asignación por Hijo y los planes sociales. Y que se reabran las paritarias en todos los gremios. Con plata que se saque de las grandes ganancias patronales, la suspensión de los pagos de la deuda y un impuesto a banqueros, multinacionales y terratenientes.

Hugo Moyano ha denunciado que “con 100 pesos no te dejan ni agarrar el changuito”, evidenciando la tremenda devaluación kirchnerista. Y anunció un posible paro de Camioneros por una suma fija de 4.500 pesos. Pero no mueve un dedo para movilizar al conjunto de los trabajadores. Se necesita un paro general de todo el movimiento obrero, no solo de su gremio. Hasta Barrionuevo habla de un paro antes de Navidad. Moyano y su CGT tienen que abandonar la tregua que de hecho le han dado al gobierno y llamar, junto a la CTAMicheli, a un paro nacional con movilización a Plaza de Mayo, de todos los trabajadores del país, para imponer esos reclamos. Como parte de enfrentar a este “modelo” al servicio de los grandes empresarios y multinacionales, que no va más. Y reemplazarlo por otro, obrero y popular, al servicio de satisfacer las urgentes necesidades populares.