Escribe: José Castillo 

Mientras teníamos el orgullo de que el Frente de Izquierda asumiera una banca en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, sentíamos a la vez indignación por los negociados que se tejían en los últimos días con “la vieja composición de la Cámara”. Casi en una carrera contra reloj, en tres sesiones “exprés”, el macrismo gobernante conseguía votar leyes contra los vecinos gracias al “reparto de cargos” que hacía con legisladores salientes de todos los bloques de la oposición.

Así, radicales, kirchneristas, la Coalición Cívica de Carrió, Proyecto Sur y hasta lo que quedaba de lo que será a partir del 10 de diciembre el extinto bloque de Claudio Lozano, se sumaron al juego de “cargos por votos”.

El máximo escándalo fue la mega sesión del viernes 6, donde se aprobaron 250 proyectos de todo tipo y color, haciéndose ley la extensión del estacionamiento medido a más de la mitad de la Ciudad y la “rezonificación” de la Comuna 8, una avanzada para los proyectos de especulación inmobiliaria en el sur de la Ciudad. Sumémosle a esto la sesión anterior (del jueves 28 de noviembre), donde el macrismo había logrado que se le votara el presupuesto y los paquetazos de impuestos. Y la última, del lunes 9, donde además del escandaloso acuerdo para eximir de pagar impuestos a Cristóbal López (ver nota en esta misma página), de yapa aprobaron que la proscriptiva legislación electoral de las PASO también tendrá vigencia para las elecciones porteñas locales a partir de 2015.

La contraparte de todos estos regalos al macrismo tienen nombre y apellido: Alejandro Amor (kirchnerista y burócrata del Sutecba) será el nuevo titular de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad; como adjuntos irán el radical Claudio Presman y María América González, de Camino Popular. En el Ente Unico Regulador de los Servicios Públicos de la Ciudad, tendrán trabajo el kirchnerista Fernando Barrera y Julio Raffo de Proyecto Sur. Como el Frente de Izquierda denunció durante la campaña: el macrismo “cogobierna” con los partidos patronales que posan de opositores, tanto sea el kirchnerismo como la centroizquierda en sus diversas variantes.