Basta de Inflación - ¡Aumento de Salario!
A fines de diciembre pasado, Marcelo Ramal, legislador de la Ciudad en ejercicio de la banca rotatoria del Frente de Izquierda, exigió que la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, ya en receso, se reuniera para tratar un proyecto de emergencia eléctrica ante la crisis. Esto confluyó con planteos similares de otros legisladores y dio lugar a una convocatoria en el Obelisco, que se convirtió en la única movilización política exigiendo una salida ante la situación reinante.
Por Juan Carlos Giordano
Desde fin de año y comienzos de 2014 millones de trabajadores y otros sectores populares fueron víctimas de una nueva vuelta de tuerca con el ajuste en curso: suba de los alimentos, naftas, peajes, transporte. En capital y provincia de Buenos Aires subió un 66% el boleto de colectivo y trenes, un tarifazo al mejor estilo Macri, que quiere llevar el del subte a $ 4,50.
Pero lo más brutal fue el salto en los precios de los alimentos, provocando que haya 1.250.000 nuevos pobres, llegando a 12 millones el total (30% de la población del país). Ni qué hablar de los medicamentos, donde las remarcaciones son casi diarias.
Se está ante la mayor inflación en décadas. Ya se dice que en enero llegará al 4 o 5%. ¡Una barbaridad! Estamos ante un "modelo" capitalista
inflacionario que el gobierno defiende a uñas y dientes. Los grandes formadores de precios y cadenas monopólicas fijan aumentos que el gobierno deja correr. ¿Por qué? Porque la suba de precios le reporta una mayor recaudación con el IVA, el impuesto más impopular que paga el pueblo y uno de los más altos del mundo. También porque con la suba de precios al gobierno le entra más plata vía retenciones a las exportaciones. Y la política de subir el dólar oficial -devaluando el peso-, también fogonea la suba de precios y licúa los salarios. Ni qué hablar del dólar blue a 12 pesos, ya tomado como referencia para fijar las subas de precios.
El verso de los "precios cuidados"
Con el objetivo de posar que "hace algo" y usarlo para frenar los reclamos salariales, el gobierno inventó los famosos precios "cuidados". ¡El gobierno no cuida nada! Todo un verso. Se trata de una lista de solo 100 productos con precios mucho mayores a los que tenían desde hace meses, no obligatorio para los empresarios y encima "fantasmas", porque no están en las góndolas (desabastecimiento). Además, el gobierno primerió con las remarcaciones con la suba de las naftas de la "nacionalizada" YPF. Y si queremos agregar algo más, basta decir que previo a los precios "cuidados", el gobierno le permitió a los empresarios aumentos para que hagan un colchón de ganancias, mostrando que Cristina, Kicillof y Capitanich no tienen nada de nacional y popular y de "combate" a las corporaciones.
¡8.500 de básico para todos!
Se calcula que el aumento de los alimentos producido entre octubre del año pasado y la primera quincena de enero ha reducido en un 20% el poder de compra de salarios y demás ingresos populares. Un verdadero saqueo. ¡Y el gobierno quiere que los aumentos salariales sean del 18 al 20% y que las paritarias se firmen por 18 o 24 meses! Una locura. Cuando los diputados llevaron su sueldo a 50.000 pesos de bolsillo. Esto se suma a que el gobierno no dio ninguna compensación a fin de año y salió al cruce contra los trabajadores que reclamaban un bono navideño.
Esto quiere decir que si no hay una verdadera recomposición salarial que repare el daño provocado, cualquier aumento que se dé no recuperará lo perdido.
Por eso muchos gremios están reclamando una suma fija para recuperar el desfasaje por las paritarias a la baja firmadas en 2013,y desde allí exigir un aumento acorde a la inflación calculada para este año, que se dice rondará el 35%. También algunos están diciendo con razón que los acuerdos deberían firmarse por tres meses y volver a discutir. Porque si los precios suben todos los días y los aumentos de salarios se producen una vez al año, está claro quién termina perdiendo.
Por ejemplo, en 2013, el dólar oficial subió un 32%; la inflación medida por el denominado "Congreso" fue del 28 y los aumentos salariales del 24. ¿Quién perdió? Encima, a esto hay que agregar que los aumentos fueron fraccionados, llevando a que esa suba real sea del 18%. Constatándose
de esta manera una brutal pérdida del poder adquisitivo.
En ese sentido, los trabajadores aceiteros reclaman 9.797 de inicial para el primero de enero (para recuperar lo perdido) y un aumento que va del 29 al 35%. El mismo mecanismo se debería adoptar para el conjunto del movimiento obrero.
El reclamo debe partir de un aumento de emergencia que cubra la canasta familiar. Por un básico de 8.500 pesos para todos los trabajadores. Que nadie cobre menos que eso. Y de allí pedir el aumento para 2014. El dirigente ferroviario Rubén "Pollo" Sobrero reclama el 40%. Además, hay que reclamar una cláusula gatillo, es decir, que se recomponga el salario en virtud del aumento real del costo de vida en forma periódica.Y que se reabran las paritarias en todos los gremios sin techos salariales.
También hay que terminar con las jubilaciones de pobreza y restituir el 82% móvil. Y subir un 100% la Asignación por Hijo (que quedó como un certificado de pobreza) y de todos los planes sociales. Sabiendo que plata hay. Todo debe salir de las grandes ganancias patronales, la suspensión de los pagos de la deuda externa y un impuesto a banqueros, multinacionales y terratenientes.
Paro nacional y plan de lucha
Ante ello, los dirigentes sindicales acompañan la política inflacionaria de las patronales y el gobierno. No mueven un dedo por ningún reclamo. Son funcionales a este modelo de década ganada para los grandes empresarios.
De Caló y Yasky, ni hablar. Actúan como funcionarios del gobierno. Transpiran la camiseta en los despachos oficiales pero no hacen nada por los trabajadores. Y Moyano-ahora de la mano de Barrionuevo- se niega a tomar alguna medida de acción. Después del paro del 20N de 2012 (el primer paro general contra el gobierno kirchnerista) Moyano no le dio ninguna continuidad. Ni siquiera fue a la marcha convocada por la CTA Micheli a fin de año por justos reclamos, entre ellos, el cese del robo del impuesto al salario (Ganancias).
Mientras apoyamos y coordinamos las luchas en curso impulsando asambleas y plenarios de delegados por un aumento salarial de emergencia,
tenemos que exigir que la CGT Moyano rompa la tregua y junto a la CTA Micheli retomen el camino de lucha. Por un nuevo paro nacional y plan de lucha para hacer efectivos los reclamos pendientes.