Apoyemos la lucha docente: Plata para educación, no para Repsol
Luego del discurso de Cristina en la asamblea legislativa, Capitanich, Tomada y Sileoni no pudieron lograr imponer en las paritarias nacionales el techo del 25% de recomposición salarial en tres cuotas, extendido hasta junio de 2015 e incorporando el presentismo contra el derecho de huelga. Ctera y los otros gremios kirchneristas tuvieron que llamar a 48 horas de paro y rechazar la conciliación obligatoria tramposa. Además, hay 19 provincias que salen al paro. Tenemos que apoyar esta justa lucha.
Por Graciela Calderón Secretaria Adjunta SUTEBA La Matanza
El plan kirchnerista de acordar con los docentes una paritaria a la baja, con un techo del 25% en todas las provincias, le está fracasando. Y no porque de repente la Ctera kirchnerista de Maldonado, Baradel y Yasky y los sindicatos docentes de la CGT Caló se hayan vuelto combativos. Es que la bronca que hay en las bases con el gobierno y contra ellos mismos es tal que si no llaman a parar, muchas provincias salíamos a parar solas, entre ellas la poderosa provincia de Buenos Aires, con el 40% de los docentes del país.
La propuesta gubernamental es inadmisible. Hoy el salario de bolsillo para un docente que se inicia está en $3.600, por debajo de la canasta básica y lejísimos de la canasta familiar. ¡El gobierno quiere pagar en marzo $3.800 y en julio de 2015 llegar a $4.600! ¡Sí, $4.600 dentro de un año y medio! Además, meter el presentismo (ver recuadro). ¡Ni hablar de aumentar el presupuesto para infraestructura, blanquear el salario en negro, pagar las deudas a miles de docentes o unificar el salario para todos los docentes del país! ¿Alguien puede dudar que los docentes tenemos razones de sobra para salir a la lucha?
Quisieron dividir la lucha, pero Ctera tuvo que unificar
Los gobernadores opositores al kirchnerismo se dieron cuenta que la política de Cristina no pasaba de ninguna manera en las escuelas. Por eso intentaron desmontar la unidad nacional docente con propuestas de iniciales un poco más arriba en las paritarias de sus provincias y acordando con las burocracias Celestes. Santa Fe $6.500, Córdoba $6.100 y Capital $5.500, todos en cuotas. Lejos de lo necesario, pero más que los $3.900 de Cristina y Scioli. Sólo en Santa Cruz el gobernador logró acordar el 20% en cuotas. Las demás provincias iban al paro, porque aunque en algunas las conducciones aceptaban, los docentes se autoconvocan o los gremios por fuera de Ctera llaman al paro, como en La Rioja, Misiones, Formosa o Santiago. O la combativa Ademys de Capital, que votó rechazar y parar 48 horas y arrastró a los burócratas Celestes de UTE a "aceptar el acuerdo de Bulrich, pero igual parar 48 horas por vacantes y aulas", para no dejar en el paro sólo a Ademys con la mayoría de las escuelas que iban a la huelga sin UTE.
La propuesta casi provocativa de Nación obligó a Ctera a llamar al paro de 48 horas y unificar a toda la docencia del país en la lucha. En todas las provincias hay que exigir que haya continuidad nacional, con 48 o 72 horas semanales y preparar una Marcha Federal por la Escuela Pública a Plaza de Mayo, para imponer a Cristina nuestros reclamos.
Buenos Aires se autoconvoca por fuera de Baradel y la burocracia
Luego de años de capitulaciones de la Celeste de Baradel y la FEB de Petrocini, se logró recuperar para la lucha a nueve seccionales de Suteba, las Multicolores. La coordinación de estas directivas para la lucha pegó un salto con las convocatorias a plenarios provinciales de delegados, como el que se hizo en Quilmes el 24 de febrero, donde fueron casi 600. Allí se acordó salir a la lucha con 72 horas de paro, independientemente de si la burocracia convocaba o no. Y darle continuidad en la semana del 10 al 15, resolviendo cómo en asambleas el viernes 7. Con La Matanza a la cabeza, más Bahía Blanca, Quilmes, La Plata, Tigre, Escobar, Berazategui, Ensenada y Marcos Paz, estas seccionales actúan sobre casi 100.000 docentes. Además, se están autoconvocando en Malvinas, Lomas, Varela y varios distritos controlados por la Celeste, que se suman a ese plan de lucha. También la moyanista Udocba, que está creciendo en muchos distritos ante las agachadas de Suteba y FEB, llama a parar por tiempo indeterminado. Y en la FEB muchas seccionales votan las mismas propuestas combativas. Esta es la explicación única de la repentina "combatividad" de Baradel y Petrocini, que el año pasado levantaron el plan de lucha por... ¡acatar la conciliación! Tienen pánico de ser rebalsados por las bases con la coordinación de la oposición combativa. En esta provincia se puede definir el triunfo de la lucha docente. Impulsando también la coordinación nacional y empujando a las demás provincias a la lucha, como se trata de avanzar con el encuentro nacional de sindicatos y dirigentes opositores.
Es fundamental que los docentes tomemos la lucha en nuestras manos, movilizándonos, juntándonos con porteros, padres, estudiantes y estatales, participando en todas las instancias de asambleas para decidir sin que nadie lo haga por nosotros.
Docentes en Marcha e Izquierda Socialista se ponen al servicio de esta lucha, para que se logren los reclamos salariales y presupuestarios, para defender verdaderamente la escuela pública, derrotando el plan de ajuste de Cristina y los gobernadores y construyendo una nueva conducción democrática y combativa que supere la vieja burocracia de la Celeste y compañía.
Presentismo: Un ataque al derecho de huelga
Este año, el eje del ataque del gobierno nacional fue “que los docentes faltan mucho y por eso hay que ponerles el presentismo”. Los docentes, como cualquier trabajador de fábrica, tienen un régimen de licencias muy claro, específico y estricto. Tienen 20 faltas al año por enfermedad, que sólo pueden tomar si el médico laboral contratado por el gobierno las otorga. Los abusos cotidianos de estas empresas médicas negreras han generado incluso situaciones de violencia y denuncias penales. Cuando no se les otorga la licencia, se descuenta el día y, con diez faltas injustificadas, quedan despedidos. Hace tiempo se liquidó una vieja conquista que eran los “maestros volantes”: no tenían cargo, pero si un docente se enfermaba lo iban a reemplazar en el día. Así, los alumnos no perdían ni un día de clase. Hoy sólo nombran suplentes si el docente falta más de cinco días, mostrando que a Cristina le importa nada los alumnos. Eso presiona socialmente al docente que, cuando tiene una enfermedad “leve” (anginas, gripe, disfonía, etcétera), la mayoría de las veces va a trabajar igual, para no dejar sin clases a los alumnos, hasta que se enferma mal y con el riesgo de contagiar niños y compañeros. Además, desde hace un año el gobierno no paga las suplencias. Sólo en provincia de Buenos Aires hay 30 mil docentes que no cobraron en 2013, por lo que muchísimos ya ni siquiera toman suplencias para no trabajar gratis.
El pago por “presentismo” busca que los docentes vayan a la escuela en cualquier estado físico y, centralmente, ataca el derecho de huelga, descontándole parte de su sueldo si se hace paro. GS