Entre el 23 y 26 de abril se desarrolló el Congreso de la FUBA. El mismo contó con asambleas, paneles, comisiones y un masivo plenario de cierre que votó un plan de lucha. La renovación de su conducción no pudo realizarse por el boicot del kirchnerismo y los radicales.

Escribe: Nicolás Nuñez • Junta Ejecutiva FUBA

Las deliberaciones del congreso tenían el desafío de dar cuenta sobre la nueva realidad política nacional, donde la resistencia al ajuste que impulsa el gobierno tuvo un gran hito con el paro del 10 de abril. Y a su vez, afilar a la Federación para su enfrentamiento con el nuevo rectorado que viene demostrando su voluntad de avanzar sobre el movimiento estudiantil y sus conquistas. Recordemos que desde diciembre, un pacto entre la Franja Morada/ Nuevo Espacio (encabezada por el jefe de la UCR Porteña Emiliano Yacobitti) y el kirchnerismo, puso como rector a Alberto Barbieri, ex decano de la facultad de Económicas, valuarte del avance privatista en la UBA, y como vicerrector a Dario Richarte, abogado de Boudou y ex número dos de la SIDE durante el gobierno de De la Rúa.

Desde la Juventud de Izquierda Socialista nos propusimos impulsar con todo el Congreso y sus debates, asumiendo nuestra nueva responsabilidad tras haber sido electos en las últimas elecciones en la conducción de los centros de Sociales, Ingeniería, Exactas y Psicología. Sacamos una declaración llamando a profundizar la unidad con los sectores en lucha que impulsamos con los cortes y piquetes en el paro del 10 de abril. Y fuimos a dar el debate en los cursos, asambleas, los paneles (ver recuadro), las comisiones y el plenario de cierre.

El otro punto importante del Congreso era congregar a los delegados que resultaron de las elecciones en cada uno de los 13 centros de estudiantes para poder votar a la conducción de la Federación. Se requiere de un quórum de la mitad más uno (66 de 130), y la izquierda y los sectores combativos, a pesar de ser ampliamente mayoritarios (dirigimos 8 de los 13 centros), contamos con 58 delegados y no tenemos quórum propio. Este año, fruto del pacto que sellaron en el rectorado, La Cámpora cambió su anterior posición, y definió sumarse al boicot que hace años despliega el radicalismo ante la imposibilidad de ganar la FUBA. Tan escandaloso fue, que dos días antes del congreso, a un militante de una agrupación K de Ingeniería le crearon un cargo de “subsecretario” en el rectorado.

El radicalismo y el kirchnerismo quieren una FUBA deslegitimada, y por eso también el empresario K, Spolsky, les prestó largos minutos en sus medios a los dirigentes radicales para que despotriquen contra la Federación. En ese marco, lamentablemente también Libres del Sur priorizó su acuerdo nacional con el FAUNEN, y se sumó al boicot.

La votación a mano alzada de más de mil compañeros en el plenario de cierre del Congreso fue una buena respuesta a estos ataques. Y las resoluciones aprobadas marcan un camino para salir a enfrentar al gobierno y a la oposición patronal en las calles junto a los trabajadores. Como ya se demostró con la presencia de la FUBA el 1ero de Mayo en la Plaza. En las próximas semanas convocaremos a una Marcha Federal a Plaza de Mayo junto a los secundarios y docentes en lucha de la CONADU Histórica para unificar los reclamos educativos. Y nos proponemos, a su vez, realizar una nueva convocatoria a un congreso que renueve autoridades sobre la base de clarificar en cada curso de la UBA la importancia de tirar abajo el acuerdo de ajuste, privatización, y desmovilización que quieren imponer el kirchnerismo y los radicales.