En la misma solicitada que sacaron desde el Smata contra la lucha de los despedidos de Gestamp (ver editorial y páginas centrales) se dice, refiriéndose a los diputados de la izquierda: “Lo más preocupante es ver que hombres y mujeres que ocupan cargos legislativos a los cuales accedieron ejerciendo sus derechos constitucionales, incentiven a diario el ejercicio anárquico de imponer representación a través de la coacción de los trabajadores”.

Les duele que las bancas del FIT estén al servicio de las luchas. Eso es lo que hace nuestra compañera Angélica Lagunas en Neuquén; lo que hizo durante años nuestra legisladora de Córdoba Liliana Olivero (por eso le robaron con un fraude la cuarta banca nacional que obtuvo el Frente de Izquierda en esa provincia); y cotidianamente practican nuestros diputados y legisladores electos, Juan Carlos Giordano, la docente Laura Marrone o la compañera del cuerpo de delegados del ferrocarril Sarmiento, Mónica Schlotthauer. Quienes comparten las bancas con Néstor Pitrola, Marcelo Ramal y Christian Castillo, respectivamente. Bancas que siempre estarán al servicio de los trabajadores, combatiendo a las patronales y a la burocracia sindical.

Lejos de incentivar la “coacción” sobre los trabajadores, los diputados de Izquierda Socialista son o fueron dirigentes sindicales combativos y luchadores. Que impulsan la democracia sindical para que todo se resuelva en asamblea. Combatiendo los privilegios de los dirigentes sindicales millonarios. Promoviendo la coordinación de los que luchan como lo hacemos desde el encuentro sindical combativo. Y enfrentando a los gobiernos de turno y políticos patronales. Camino por el cual juraron, y que seguirán transitando.