Los políticos patronales, sean oficialistas u opositores, ya se largaron a la campaña presidencial 2015. Mientras crecen los despidos y suspensiones. Y la inflación se devora los salarios y jubilaciones.

Escribe: Federico Molinari 

Mientras los trabajadores y demás sectores populares viven con preocupación la crisis económica que ocasiona despidos y suspensiones, y el descontrolado costo de vida, todos los “presidenciables” largaron su carrera, como si éste fuera un año electoral.

Para ganar votos desde ahora van a fiestas populares provinciales, a La Rural, recorren barrios humildes (en los que nunca aparecen cuando los vecinos reclaman soluciones), Cobos, por ejemplo, inició su campaña en Malvinas. La cara les da para todo.

Los candidatos K en picada

La propia crisis del kirchnerismo hace que Cristina tenga más candidatos que posibilidades de pelear por la presidencia. Se postulan Randazzo, Uribarri, Julián Dominguez, Aníbal Fernández, Rossi. La lista podría seguir. Scioli, si bien no es del riñón K, será la carta oficial si el resto no remonta.

El que primero se anotó para 2015 es el inefable Florencio Randazzo. El ministro que, con el cuento de la “revolución ferroviaria” y los DNI, trata de crecer en las encuestas. Randazzo es un engaño. Lo único que ha hecho es traer carísimos trenes chinos y poner mucha pintura en las estaciones. Por eso fue denunciado por familiares de las víctimas de Once: “cuántas sospechas se levantan cuando atrás de la renovación ferroviaria se deja ver la autoproclamación de una precandidatura presidencial” (Clarín, 23/7). La masacre de Once sigue esperando cárcel para los Cirigliano, Schiavi, Jaime, de Vido y otros delincuentes.

Randazzo dice que le ganaría a Scioli en las PASO. Scioli, por su parte, quiere levantar a Macri como su contendiente para evitar confrontar con Massa con el que disputa la misma franja del electorado. Scioli habla de “continuidad con cambio”, es decir, más de lo mismo. Todos estos años cumplió con las directivas de Cristina, ajustando a docentes y estatales, reprimiendo con la corrupta y mafiosa policía bonaerense y apañando a las patronales que despiden. Y si hubo alguna diferencia terminó alineándose.

Massa, UNEN, Macri: son lo mismo.

Sergio Massa, envalentonado con ganarle a los K en las elecciones pasadas, sigue seduciendo a empresarios y dirigentes del peronismo kirchnerista para que se pasan a su bando. No hay que olvidar que fue Jefe de Gabinete de Cristina, responsable de la patota del Indec junto a Moreno, el uso de los fondos de la Anses para los pagos de la deuda externa y firmante del decreto para pagarle al Club de París.

Por su parte UNEN (UCR, Binner, el ex K Losteau, Libres del Sur -Tumini-Donda-, Pino Solanas, Stolbizer) es un cambalache. Algunos de sus candidatos son impresentables. El radical Sanz va y viene a todos lados porque, según dijo, “la mitad de la gente todavía no me conoce”. Un papelón.

UNEN dice ser “alternativa”, pero todos gobernaron con la Alianza De La Rúa-Chacho Álvarez y ahora con Binner en Santa Fe junto a los radicales, para el agronegocio y especulaciones inmobiliarias.

UNEN apura su lanzamiento en Capital con un acto el 11 de agosto para salir al cruce a sectores internos que buscan acordar con el PRO de Macri. Han firmado un documento que lo impediría, pero ya se habla de acuerdos en Entre Ríos con De Angeli-PRO y otros distritos. Los radicales y Carrió quieren acordar, Pino y otros resisten. Todo un circo.

De Macri basta decir que es el mismo que reprimió a trabajadores y pacientes del Borda, y que es gerente de los negocios inmobiliarios en la Ciudad. Salió de gira por la provincia de Buenos Aires, pero sin Vidal -su candidata en el distrito-, mostrando también su crisis interna. Todos estos “opositores”, más allá de los discursos, son cómplices de los despidos y suspensiones, quieren pagar la usurera e ilegítima deuda externa, mantener las privatizaciones y este “modelo” capitalista para las multinacionales y el imperialismo.

La salida es por izquierda

A diferencia de los políticos patronales, el Frente de Izquierda viene poniendo sus militantes y bancas al servicio de las luchas, presentando proyectos de ley como el de prohibición de despidos y suspensiones, el pago del 82% móvil y aumento de salario. Levantando medidas de fondo, por otro modelo económico al servicio del pueblo trabajador. Por eso el gobierno ataca a sus diputados. El FIT ya logró más de un millón de votos el año pasado. Izquierda Socialista seguirá poniendo ese logro al servicio de seguir apoyando las luchas, exigiendo un nuevo paro general, fortaleciendo el Encuentro Sindical Combativo junto al Pollo Sobrero, el Perro Santillán y tantos otros dirigentes. Planteando que hay que dejar de pagar la deuda y romper los lazos con el imperialismo. Apoyando al pueblo de Palestina. Combatiendo a los políticos patronales y luchando por un gobierno de los trabajadores.

Para seguir fortaleciendo esa alternativa es que invitamos a los trabajadores, luchadores y jóvenes a seguir fortaleciendo al FIT.