¿“Negociar” para pagar o suspender todos los pagos?
Tras la falta de acuerdo con los fondos buitre, el gobierno se enfrascó en un debate sobre si “entramos o no en default”. Su planteo es, finalmente, pagar todo incluso a los buitres.
Escribe: José Castillo
El repudiable fallo del Juez Griesa contra nuestro país (ratificado por todos los niveles de la justicia yanqui, hasta la misma Corte Suprema), terminó con nuestro país en “default” -léase cesación de pagos-: los acreedores que habían entrado en los canjes 2005 y 2010 no pudieron cobrar los vencimientos.
La Presidente Cristina Fernández de Kirchner y su ministro Axel Kicillof salieron inmediatamente con tres planteos. Por un lado, dijeron que no se trataba de un default (“que se vayan buscando otra palabra”, dijo Cristina), ya que lo que sucedía era que la Argentina “quería pagar y no la dejaban”. Más aún, para sobreactuar, afirmaron que seguirán depositando los vencimientos a los acreedores de los próximos meses (aunque queden estancados en “el limbo” de una cuenta congelada en Nueva York). Y pagaron en efectivo la primera cuota del arreglo con el Club de París (ver nota en esta misma página). Tratan con todo esto de esconder el fracaso de la “política de desendeudamiento” con que nos vinieron mintiendo todos estos años, cuando aseguraban que “cada vez debíamos menos” y que “la deuda ya había dejado de ser un problema para la Argentina”.
El segundo planteo de Kicillof fue el de “acá no pasó nada, la vida sigue”, buscando quitarle importancia al tema. Seguramente usted, compañero lector, así como el conjunto de los trabajadores con varias crisis económicas a cuestas, se permitirán por lo menos dudar de esta afirmación del Ministro. Es que no es la primera vez que, tras pagar dólar sobre dólar, el mecanismo maldito de la deuda externa termina “castigándonos”. Mucho más, cuando la propuesta del gobierno es “más de lo mismo”, o sea seguir pagando. Desde afuera, el juez Griesa, la justicia yanqui, el “mediador” que puso el juez, los mismos buitres, nos amenazan con sanciones por no pagar lo suficiente, no por no pagar. La hiperinflación de 1989 o el corralito de 2001, son ejemplos de cómo terminamos otras veces después de años de hacer buena letra tratando de cumplir con una deuda ilegítima y por eso imposible de cancelar.
Pero el gobierno todavía tiene un tercer planteo: busca posar de combativo, levantando la consigna “patria o buitres”, sosteniendo que en realidad fue Cristina la que decidió “no rifar la riqueza de los argentinos”. Toda una burda mentira: la realidad es que la propia política de los Kirchner colocó al país frente a este callejón sin salida. Renegoció la deuda en 2005 y 2010 con cláusulas tales que, si le pagaba a los buitres que no habían entrado al canje, desataba reclamos del resto de los bonistas que sí lo habían hecho, por un monto de hasta 500.000 millones de dólares. Por eso no podía cumplir con el fallo de Griesa y terminó en el default.
La situación es escandalosa. Pero lo peor es que el gobierno busca ganar simpatía posando de víctima y despotricando contra los buitres y el juez Griesa, mientras ofrece como salida… ¡continuar pagando! Su “plan combativo” contra los buitres se reduce a esperar a enero de 2015 (en que vence la cláusula RUFO, que obliga a que en caso de pago del 100% a los buitres, hay que hacer lo mismo con los bonistas que sí entraron al canje en 2005 y 2010) y después “arreglar” cómo cumplir con todos.
Mientras tanto, los Macri, Massa, Carrió, Sanz o Cobos, sólo critican al gobierno porque “negoció mal”, planteando buscar distintas formas para cumplir con los acreedores.
La propuesta tanto del gobierno como del conjunto de la oposición patronal se pueden sintetizar en una oración: pagar todo, tanto a los buitres que no entraron en los canjes anteriores, como a los no menos buitres que sí lo hicieron, más todos los pagos pendientes al Ciadi, al Club de París y a cuanto especulador financiero internacional ande por el mundo y presente un “título de deuda” contra la Argentina.
Nuestra salida es exactamente la opuesta: no pagar nada. Porque la única pelea real contra todos los buitres, es dejar definitivamente de pagar esta deuda ilegal, inmoral, usuraria y, cada vez más, claramente impagable, y poner todos esos recursos al servicio de resolver las urgentes necesidades populares de salario, jubilaciones, trabajo, vivienda, salud y educación.
CHARLAS sobre la DEUDA EXTERNA
El pasado sábado 9 de agosto se realizó una charla en Neuquén donde participó nuestro compañero José Castillo junto a la diputada Angélica Lagunas (foto arriba).
En Jesús María, Córdoba, se llevó a cabo otra con Liliana Olivero. Las mismas tuvieron como objetivo esclarecer sobre la estafa de la deuda y por qué no hay que pagarla.
El verso del tribunal de La Haya
La noticia duró lo que un suspiro. No se esperaba otra cosa, ya que sólo se trataba de otra “cortina de humo”. La Presidente Cristina Fernández de Kirchner anunció que denunciaría ante la Tribunal Internacional de La Haya al Juez Griesa y, de hecho, al Poder Judicial de los Estados Unidos. “Para la tribuna”, buscaba posar de combativa. Claro que inmediatamente aclaraba: “Esto no es contra los Estados Unidos, sino una discusión particular contra un fallo”. Y, además afirmaba: “debemos esperar, porque en realidad los Estados Unidos no acepta a la Justicia Internacional. Esperamos que esta vez lo haga”. En síntesis: el gobierno argentino acudía a un Tribunal Internacional, con dudoso resultado a su favor. ¡Como si en ese lugar alguien le fuera a dar la razón a un país semicolonial contra una potencia imperialista!
La historia terminó tal como se esperaba, sin pena ni gloria: el gobierno de los Estados Unidos, obviamente, “ratificó” que no se somete a los Tribunales de la Haya.
J.C.
En medio de la crisis y el default
Cristina paga al Club de París
Sucedió esta misma semana. Mientras crecen las suspensiones y los despidos, mientras llueven los interrogantes de “¿ahora que va a pasar?” tras la entrada en default el pasado 31 de julio, la Argentina sigue despilfarrando sus escasas reservas. Continúa tirándolas al barril sin fondo de los pagos de la deuda.
Ahora se trató del Club de París. El gobierno de Cristina hizo efectivo el primer pago acordado hace unos pocos meses: 642 millones de dólares salieron de las reservas del Banco Central rumbo a las arcas de los países imperialistas. Es la cuota inicial de una deuda “reconocida” por el ministro Kicillof por 9.690 millones de dólares, de los cuáles 3.633 son “intereses punitorios” decididos unilateralmente por los acreedores y ni siquiera discutidos por los representantes del gobierno.
La deuda externa con el Club de París es una de las expresiones más descaradas del carácter inmoral e ilegal de nuestro endeudamiento. ¡Estamos pagando supuestos “préstamos” que en este caso vienen directamente, sin mediación, de la época de la dictadura genocida, más los intereses sobre intereses!
Un escándalo: mientras pululan los discursos contra “los buitres” y el gobierno busca reacomodarse como “defensor de los recursos de los argentinos”, se sigue pagando contante y sonante a los jefes políticos de los mismos buitres.
J.C.