Córdoba: Explosión de una química
Escribe: Liliana Olivero Izquierda Socialista/FIT
El pasado jueves 6 se produjo una explosión en la fábrica Raponi Química SRL, ubicada en el barrio Alta Córdoba, con el terrible saldo de una mujer muerta, 66 personas heridas y alrededor de 300 casas dañadas.
La planta estaba habilitada para la fabricación de tinta, envasado de productos de limpieza y acopio a granel de productos químicos no inflamables. No obstante, los expertos indicaron que en el lugar se almacenaban grandes cantidades de solventes y sustancias inflamables, por lo que debería haber estado radicada en las afueras de Córdoba, y no en uno de los más tradicionales barrios de la ciudad.
En esta provincia convivimos cotidianamente con peligros extremos. Son miles los que pelean para sacar de sus patios traseros emprendimientos que ponen sus vidas en riesgo. A sólo 3 cuadras del lugar de la explosión se encuentra Dioxitek, que produce dióxido de uranio para las plantas nucleares del país. En el barrio San Antonio funciona la alcoholera Porta que produce bioetanol; los vecinos de Bouwer conviven con la basura depositada por casi 30 años y pelean junto a habitantes de Juárez Celman para que no instalen nuevos basurales.
Los gobiernos provincial (De la Sota-PJ) y municipal (Mestre-UCR) son los responsables. Anuncian ahora de manera demagógica e insuficiente exenciones impositivas por 6 meses, préstamos para damnificados y la clausura de Dioxitek. Mientras a los empresarios les otorgan subsidios no reintegrables, quienes deben reconstruir sus hogares y hacer frente a tratamientos médicos, deben conformarse con “préstamos a tasa cero” de hasta $20.000 ¡Una burla! Toman estas medidas tras años de complicidad y de mirar al costado, priorizando los negocios sobre la salud de la población. Los vecinos indignados se organizan en asambleas para enfrentarlos y estamos participando.
Los gobiernos deben hacerse cargo de la atención de las víctimas, la reconstrucción de los hogares y comercios destruidos. Además, vamos a exigir justicia, que todos los responsables que permitieron el funcionamiento de la química en el lugar, paguen las consecuencias. Debemos terminar con los riesgos, no pueden existir más estos emprendimientos que ponen en peligro la vida de la población.