México: “¡No les creemos!”: Marchas masivas por los 43 estudiantes normalistas
Las últimas semanas fueron intensas en México. Las movilizaciones estudiantiles recorren el país. Atacaron edificios de la gobernación de Guerrero y del municipio de Iguala. 150.000 personas manifestaron en la capital y la indignación va dirigida contra las autoridades locales implicadas en forma directa y el gobierno nacional del PRI de Peña Nieto. Al publicarse este periódico se estará reuniendo el “Encuentro Nacional de Todas las Resistencias”.
Escribe: Miguel Lamas
Intentando poner fin a la crisis abierta con los hechos atroces de Iguala del 26 y 27 de septiembre, con 6 asesinados por la policía y 43 estudiantes que permanecen desaparecidos, el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, presentó el 7 de noviembre una larga narración apoyada en mapas, así como videos, de las supuestas declaraciones de quienes presuntamente habrían ejecutado a los 43 estudiantes normalistas desaparecidos. “Fueron los narcos del grupo Guerreros Unidos”, concluyó. De esta forma intentó desligar de responsabilidad al gobierno central de Peña Nieto. Pero el gobierno no presentó pruebas del ADN de los supuestos cuerpos. Los restos examinados por el Equipo Argentino de Antropología Forense, en acuerdo con los familiares, no correspondían a los estudiantes desaparecidos.
Por eso los estudiantes movilizados reaccionaron con más movilizaciones, denunciando directamente al gobierno central del PRI (Partido Revolucionario Institucional) que gobierna México desde comienzos del siglo XX, después de la revolución mexicana, y que fue mutando de un nacionalismo burgués a un partido cada vez más derechista y neoliberal (más o menos como el peronismo en Argentina). Y también al “opositor” de centroizquierda PRD (Partido de la Revolución Democrática), que es el que gobierna la ciudad de Iguala y el Estado de Guerrero. El alcalde de Iguala fue encarcelado por complicidad con los asesinatos, siendo esto un triunfo directo de la movilización.
El único freno a la movilización ha sido hasta ahora el boicot de las direcciones sindicales nacionales en manos de una burocracia (“charros” los llaman en México) ligada al PRI. Al publicarse este periódico se estará realizando en Ciudad México el Encuentro Nacional de Todas las Resistencias convocado por decenas de organizaciones, entre ellas la Normal Rural de Ayotzinapa, la Nueva Central de Trabajadores, el Sindicato Mexicano de Electricistas, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), organizaciones juveniles, estudiantiles y populares. El POS-MAS, organización de la UIT-CI en México, apoya con todas sus fuerzas esta convocatoria tendiente a formar un frente nacional de lucha unido.
La convocatoria señala: “El brutal crimen de estado contra los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, que bajo ninguna circunstancia puede quedar en la impunidad, ha condensado y dado visibilidad nacional e internacional a lo que es en realidad un drama generalizado de violencia que está viviendo el pueblo de México, a manos de un régimen descompuesto y confabulado con el crimen organizado. Las ejecuciones, desapariciones y violaciones masivas a los derechos humanos acompañan, a la vez, una nueva ola de medidas neoliberales que desaparecen derechos sociales, entregan los bienes nacionales a los grandes capitales, precarizan y privatizan la vida, y hacen nula la soberanía nacional.
“Pero una ola ascendente de indignación y descontento, un clima general de revuelta, se extiende por todo el país y más allá. Las movilizaciones ciudadanas y paros estudiantiles, exigiendo la presentación con vida de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos y porque se haga justicia hasta sus últimas consecuencias, apunta ya a la exigencia de que se ponga fin al estado de terror que se vive en todo el país y la renuncia de la cabeza del poder ejecutivo federal. Y por todas partes también, en ciudades, pueblos y comunidades a lo largo y ancho de la nación, de norte a sur y de este a oeste, se multiplican las luchas de resistencia contra el despojo del territorio y de los derechos sociales, contra la destrucción del medio ambiente y el futuro del país, por democracia, justicia, libertad y bienestar para todos las y los mexicanos.
“Un nuevo despertar de la conciencia nacional harta ya de tanta sangre, arbitrariedad e impunidad, está poniendo a un régimen que parecía imparable en su soberbia contra la pared, está abriendo las puertas de una verdadera crisis política nacional que debe encontrar una salida democrática y popular, al margen de la corrupción de la clase política, si no se quiere terminar de caer en el precipicio de la violencia y la miseria generales.
“Es por ello que este 20 de noviembre, en el aniversario del inicio de la Revolución Mexicana cuyas conquistas están siendo anuladas, CONVOCAMOS a un gran Encuentro Nacional de las Resistencias, no como un foro más, sino [...] para encontrar juntos una ruta común para liberar al país de todas sus calamidades”.