Scioli versus Randazzo: La crisis electoral del kirchnerismo
Los pre candidatos kirchneristas siguen acusándose mutuamente. Mostrando la crisis en que está sumido el gobierno para afrontar el desafío electoral. Hay una versión que Cristina sería candidata a diputada por Buenos Aires.
Escribe: Juan Carlos Giordano
Los presidenciables del PJ que competirán en las PASO dentro de la interna del Frente para la Victoria muestran la hilacha a cada hora. Con acusaciones mutuas, están en una desenfrenada carrera por mostrar quién es más obediente a Cristina Kirchner. Randazzo ha dicho de Scioli: “es el candidato del establismenth económico, mediático y judicial junto a Macri y Massa”. Y, llegando al ridículo, dijo que es el ministro del Interior ¡que más duró en los últimos 200 años!
Del lado de Scioli salieron a contestar que Randazzo hizo un pacto con Clarín para que el multimedio no lo escrache públicamente. ¡Todo esto sale del propio riñón kirchnerista! Una pus nauseabunda, quedando claro que lo que le dicen a los opositores, vale también para ellos.
Siempre se supo que Scioli viene del menemismo, pasó por el duhaldismo y luego se incorporó al kirchnerismo como tantos otros personajes K, como Aníbal Fernández o Jorge Capitanich. Sabiendo que esto es así, ¿por qué Néstor Kirchner lo puso a Scioli de vicepresidente suyo en 2003, lo impulsó como gobernador de la provincia de Buenos Aires en 2007 y 2011 y se dejó que fuera presidente del PJ desde 2010 con la venia de Cristina? Si Scioli es un hombre de “las corporaciones”, ¿ahora se dieron cuenta? ¿Acaso no fue Scioli quien llevó adelante los lineamientos nacionales de Néstor y Cristina Kirchner, el famoso “modelo” k, del cual dice que ahora hay que “darle continuidad” con cambios?
Es cierto que hay roces entre Cristina-Randazzo y el sciolismo. Los mismos se deben a la pelea por los cargos, el control del aparato del PJ y por quién maneja los negocios en la provincia más rica del país y el distrito electoral más importante. Es sabido que el kirchnerismo, si tiene que bendecir finalmente a Scioli, es poniéndole todos los candidatos K. Así hizo en Capital, impidiendo Cristina que corra el candidato del ex motonauta.
Cristina ya ha dicho que va a poner todos los cargos nacionales desde la Casa Rosada. Para tener el control de una nueva minoría legislativa que le responda, para ser parte de las negociaciones por la “gobernabilidad” pos elecciones. Incluso no descarta que para lograr impunidad, ella misma sea candidata a diputada por la provincia de Buenos Aires (La Nación, 15/3).
Lo cierto es que todo esto no tiene trascendencia para millones de trabajadores y sectores populares que tanto en el país, como en la pro- vincia, con Cristina o Scioli, siguen marginados, sin acceso al trabajo, salud y educación, viviendo del asis- tencialismo, en barrios carenciados sin agua, asfalto o gas, o sufriendo de la inseguridad y el narcotráfico.
Randazzo-Scioli intentan mos- trarse como impulsores de “pro- yectos distintos”. Una estrategia urdida para que sectores K no se vayan del kirchnerismo. En todo caso, para que voten a uno contra otro, mientras con ambos, seguirá el ajuste, la represión y las políticas al servicio de los grandes empresa- rios. Un arma de doble filo. Tantas acusaciones públicas pueden hartar al electorado y seguir deschavando que son lo mismo, dicho por ellos mismos, lo cual fue advertido hasta por el propio Aníbal Fernández.
Ni Scioli ni Randazzo son salida para los trabajadores. El PJ a lo largo de décadas siempre ha mostrado “distintas alas”. Unas tildadas de “conservadoras”, otras de “progres”. Una cortina de humo para seguir encubriendo que el denominado justicialismo sigue siendo un partido al servicio de las grandes patronales. Los trabajadores tienen la oportu- nidad de romper definitivamente con todas estas variantes del PJ apoyando una salida por izquierda, al servicio de los que luchan, como lo es el Frente de Izquierda.
Massa y Macri con Manzano
Días atrás los candidatos presidenciales del PRO y del Frente Renovador, junto a sus esposas, compartieron la Vendimia Solidaria en la estancia San Isidro del empresario Daniel Vila y su socio José Luis Manzano, dueños del canal América y Grupo Uno. Un evento solidario donde ricos y famosos, grandes empresarios (entre ellos Bulgheroni de Panamerican Energy) y políticos patronales -ahora candidatos presidenciales-, degustan exquisiteces (costillar a la llama) y se beben muy buenos vinos (de la bodega de Manzano). Manzano fue parte de la fiesta menemista. Luego se radicó en Estados Unidos siendo afín al Partido Republicano. Hoy es un gran empresario al que le fue muy bien con el kirchnerismo. Parece que con Macri y Massa también tendrá asegurado su futuro.
La “cenita” solidaria del PRO
El PRO de Macri está organizando una cena solidaria en la Rural. La mesa para 10 comensales cuesta... ¡500 mil pesos! Ya se ha vendido por un valor de 120 millones de pesos, dinero que le entrará al partido mediante transferencias bancarias o cheques.
Los compradores son grandes ejecutivos de grandes empresas. Es “información sensible”, responden los organizadores cuando les preguntan quiénes son. Solo grandes patronales pueden pagar semejante cachet. ¿No es así compañero trabajador? Si los empresarios le ponen mucha plata al PRO, por algo será.
El diputado y el rapero
El puntero y diputado kirchnerista de La Matanza, Manuel Fresno, quien debía ocupar la banca nacional vacante que dejó “Wado” de Pedro de La Cámpora al asumir como secretario de la Presidencia, tuvo que renunciar. Quedó enchastrado por interceder para dejar entrar al país a un rapero colombiano con 30.000 euros falsos.
Fresno fue elegido por el Frente para la Victoria pero últimamente estaba coqueteando con el masista Julio Ledesma. El diputado renunciante alegó que le hicieron “una cama en Migraciones” y que “yo soy un tipo que hace trámites por la gente permanentemente, pero no hago tráfico de influencias”. Quien aclara, oscurece.