Mujeres en la conducción ¡Si se puede en los subtes, se puede en los trenes!

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Las ferroviarias reclaman el cupo femenino en todas las especialidadesLas mujeres ferroviarias del Sarmiento han instalado con fuerza el reclamo contra la discriminación laboral que les impide acceder al puesto de maquinista. Tras los artículos aparecidos en La Nación y las entrevistas radiales y televisivas, la lucha tomó fuerza y goza de un amplio consenso.

Escribe Mónica Schlotthauer - Delegada ferrocarril Sarmiento. Candidata a diputada nacional Pcia. Buenos Aires

Todo empezó el pasado 8 de marzo entre pizzas, regalos, sorteos y con la voz de Romeo Santos acompañando el evento. Las compañeras ferroviarias de la agrupación “Mujer bonita es la que lucha” (lista Bordó) conmemoramos nuestro día con un encuentro en la Seccional de Haedo para darle la bienvenida a las recién ingresadas. Las compañeras más antiguas de la línea compartimos con todas los primeros grandes logros por el cupo femenino en las especialidades. Allí estaban las pioneras, las primeras mujeres guardas, la primer electricista, las primeras en ocupar espacios de limpieza en los talleres. Hoy ya podemos decir las primeras operarias en reparación de señales. Siempre valorando el método de la unidad y combatividad de la Bordó, porque desde su representación empezó el ingreso masivo de mujeres, comenzando con la lucha por el pase a planta de las tercerizadas de limpieza.

Las ferroviarias reclaman el cupo femenino en todas las especialidadesMujeres en la conducción

Ese mismo día nos pusimos como desafío hacer posible “mujeres en la conducción”. Como dicen nuestros cánticos: “sí se puede, que corran nuestros trenes, de Once hasta Mercedes conducidos por mujeres”. Desde entonces no hemos cesado en reuniones con la empresa y directivos de La Fraternidad (sindicato de los maquinistas).

Hemos logrado que se “visibilice” nuestro reclamo en los medios e instalar el debate contra la discriminación laboral que aun existe en el siglo XXI. Mientras desde el siglo pasado en Europa y Latinoamérica las mujeres manejan trenes, en la Argentina de Cristina y la “inklusión” y en los trenes gerenciados por Randazzo y las feministas K de recursos humanos y otras, las mujeres no podemos ser conductoras de trenes, a pesar que en la Constitución y la Ley de Contrato de Trabajo está prohibida la discriminación por sexo.

La discriminación no termina ahí. A las 22 ferroviarias aspirantes al puesto de maquinista (banderilleras, operarias de limpieza y evasión) se les impidió ingresar al edificio de Recursos Humanos de la empresa Sofse -operadora del servicio- cuando fueron a presentar la solicitud. Ya nos habían dejado afuera cuando con motivo de la fallida campaña electoral de Randazzo, se presentó el libro “Mujeres Ferrovarias” el 8 de julio. Invitaron solo a mujeres de todas las líneas que integran la lista Verde-Pedraza-Sassia tratando así de “secuestrar” nuestras banderas y logros por el cupo femenino y dejaron afuera a quienes quieren ser maquinistas.

¡Basta de discriminación!

La discriminación laboral es una forma más silenciosa de violencia de género, pero no menos agresiva. Sin duda la movilización por #Niunamenos, de la que orgullosamente fuimos parte, ha instalado con mayor fuerza el debate por los derechos de la mujer y potenció nuestra lucha. Pero nadie nos va a regalar nada. Al desprecio de la gerencia K, se suman delegados militantes de la Juventud Sindical de la Fraternidad y de Pedraza instalando una campaña sucia que denigra a nuestras compañeras, acusándonos de “putas y vagas”, y calumnias sobre la conducta laboral de nuestras guardas inventando pedidos de horarios especiales y otros privilegios inexistentes, a quienes echan de las cabinas desde que el tema se instaló en los medios, igual que a las banderilleras. Pero las ferroviarias del Sarmiento -grupo sanguíneo rebelde bordó-, no vamos aflojar. El gobierno es responsable de que se respeten y apliquen las leyes laborales contra la discriminación en el ferrocarril, y la conducción de La Fraternidad tiene que aceptar la inclusión de mujeres en la bolsa de trabajo por ellos administrada (Art 33 CCT).

Sabemos que detrás de las agresiones machistas, los discursos polí- ticos manipuladores y malintencionados y el veneno que destilan quienes nos niegan el derecho a inscribirnos en los cursos para, supuestamente, “cuidar nuestras psiquis”, persiste otro interés. Tratan de evitar el costo laboral de los embarazos y las licencias maternales. Y mantener el manejo de los ingresos de nuevos conductores, un negocio y privilegio para los amigos políticos y/o parientes de los “dirigentes”, pero prohibido, no solo para las mujeres del Sarmiento, sino para todas las mujeres del país, incluso las familiares de los propios maquinistas representados, y también para los hombres que lucharon heroicamente contra Menem y la entrega de los ferrocarriles en los 90 y hoy también están reclamando.

¡Si se puede en los subtes, se puede en los trenes! La lucha continúa con los próximos pasos debatidos (denuncia al Inadi, Ministerio de Trabajo, reuniones pendientes) mientras nos preparamos para participar en el Encuentro Nacional de Mujeres en Mar del Plata a pedir el apoyo a las mujeres que luchan en todo el país, más allá de las ideologías políticas que tengan, para poder avanzar en nuestros reclamos hasta lograrlos.

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