Ni Scioli ni Macri: El valor del voto en blanco o nulo
El debate sobre qué hacer en el balotaje cruza toda la realidad nacional. Discusiones entre compañeros de trabajo, en colegios, bares, familias o entre amigos. No es para menos. Se decidirá quién va a ser el futuro presidente del país, entre Scioli y Macri. Y hay una campaña oficial tendiente a demonizar a quienes van a votar por Macri, y en menor medida a quienes llamamos a votar en blanco o nulo.
Pero en el balotaje no hay solo dos opciones. Hay una tercera, la que impulsa el Frente de Izquierda, que junto a otras organizaciones llama a votar en blanco o nulo.
Los argumentos por el voto en blanco o nulo son coherentes y muy valiosos: cualquiera que gane, gana el ajuste y pierden los trabajadores. Por eso es que, cuantos menos votos saquen Macri o Scioli, más débiles van a estar para aplicar el mayor ajuste que preparan. Si se los vota, en cambio, van a decir que lo implementarán con el “apoyo popular”.
Es falso entonces que el voto en blanco “favorece” a Macri o a Scioli. O que signifique “no comprometerse” o “no definirse”. El FIT ya se definió, incluso antes del balotaje, contra los candidatos del ajuste. Y lo hace ahora llamando a votar en blanco o nulo.
Hay quienes van a votar a Scioli “para que no gane la derecha”. Esa es la campaña desesperada, bajo la consigna del “voto miedo”, que han enarbolado Cristina, Scioli, La Cámpora, D ́Elía y Carta Abierta. También se han pronunciado por Scioli sectores de centroizquierda, como Itaí Hagman, de Patria Grande, que fue con Lozano, siendo usado por el oficialismo para decir que “hay una izquierda que no vota en blanco y que lo hace por Scioli” (ver página 3).
La campaña oficial dice que si gana Macri “va a vender el país, liberar a los represores y a volver con los ajustes de los ́90 y al 2001 de la Alianza con De la Rúa”. Una campaña de amplio despliegue: Cristina llamó a pelear el voto casa por casa, repartiendo volantes y timbreando, y la burocracia sindical traidora que no hace asambleas para luchar, ahora las impulsa para infundir miedo a los trabajadores con los despidos y “perder lo conquistado”, llamando a votar por el candidato del Frente para la Victoria.
Ya sabemos quién es Macri. Pero el kirchnerismo vino usando el fantasma de la derecha para aplicar un “modelo” de inflación, pobreza, bajos salarios, corrupción, entrega y pagos de la fraudulenta deuda externa.
El gobierno siempre le echó la culpa a cualquier opositor para encubrir sus males: manipulación del Indec y de la justicia; la defensa de Milani; los pactos con la Barrick y Chevron o la criminalización de la protesta. ¿Dónde está entonces la “utilidad” de votar por Scioli? No hay que dejarse engañar. Scioli representa esa continuidad, aunque por miedo a perder, prometa a los jubilados el 82% móvil (pero solo de la mínima) o una rebaja parcial del impuesto al salario.
Muchos de los que defienden el voto a Scioli, -aunque sea, en muchos casos, con la nariz tapada (“el peor de nosotros es mejor que cualquiera de la oligarquía”, se justifican)-, deberían reflexionar sobre dos hechos.
Uno, el convenio colectivo que acaban de firmar contra los trabajadores ferroviarios al mejor “estilo Macri” y el ajuste de los ́90. El convenio que fue rechazado en una masiva asamblea del Sarmiento, (ver páginas centrales), posibilita que empiecen los despidos, introduce la flexibilización laboral, justifica la tercerización y, por ende, la rebaja salarial. ¡Exactamente lo que hizo años atrás el mismo peronismo, el del PJ menemista, apoyado entonces por los K! ¿Qué tienen para decir con esto, aquellos que llaman a votar por Scioli para “defender los derechos de los trabajadores”?
Dos: Scioli acaba de decir que va a implementar la “tolerancia cero” contra los piquetes y cortes de tránsito. “Quiero orden en las calles”, aseveró durante una entrevista en Canal 13. Según el parte de prensa, “el gobernador bonaerense justificó su eventual accionar en el “avance” que, según él, puede advertirse en la clase trabajadora” (La Nación, 9/11). ¡O sea, Scioli ve venir más luchas contra el ajuste que prepara su equipo económico y ya adelanta que va a haber represión! ¿Qué dicen de esto los que llaman a votar por Scioli para que no se “reprima la protesta social”?
Esto debe servir de alerta para millones de trabajadores y jóvenes que, confundidos por la campaña oficial, se puedan inclinar por votar al candidato oficialista.
Cuando el gobierno alerta sobre Macri, le decimos: ¡claro que el Frente de Izquierda está contra Macri y el PRO! Cambiemos es otra variante patronal que también gobierna para los ricos, las multinacionales y el negocio inmobiliario. Pero en estos años fueron los trabajadores y la izquierda quienes enfrentaron al PRO, no el Frente para la Victoria, que le votó a Macri las leyes fundamentales en la legislatura de la ciudad. Esa es la pura realidad.
Millones castigaron al gobierno el pasado 25 de noviembre. Y muy probablemente lo sigan haciendo, incluso mucho más, ante el balotaje. Que ese voto castigo sea a una variante patronal como lo es Cambiemos (PRO-UCR y la Coalición Cívica de Carrió), no anula que fue una expresión de hartazgo contra todos estos años de gobierno del doble discurso y no un giro a la derecha del electorado.
Pero alertamos a quienes se inclinen por votar a Macri “para que se vaya el kirchnerismo”. Macri se hace el distraído, como si nunca hubiera gobernado. Dice que representa “lo nuevo” y simula estar “contra los punteros y los aparatos clientelares”. ¡Pero con Macri y el PRO crecieron los talleres clandestinos, las villas de emergencia, la corrupción como el caso Niembro y el abandono de la educación y la salud pública!
Votar a Macri va a servir para consolidar una variante patronal que no va a traer ninguna solución para el pueblo trabajador y la juventud. Justamente por eso construimos el Frente de Izquierda como alternativa política ante los partidos patronales.
Scioli y Macri pueden tener diferencias entre ellos, pero ya están gobernando para los de arriba. Lejos de lo que prometen, sí o sí van a implementar tarifazos, más devaluación, despidos y más entrega del país. Lo dicen sus economistas. Eso es lo que veremos en los próximos meses. Como dice el Pollo Sobrero: “no hay que votar por nuestros verdugos”.
Una prueba más de que tanto Scioli como Macri son ajuste y privatización, está en que Scioli pondría a Alberto Barbieri como Ministro de Educación (el actual corrupto rector de la UBA) y Macri, a Esteban Bullrich, actual ministro porteño, quienes llevan adelante planes de privatización educativa y son enemigos de los estudiantes y docentes que defienden la educación pública y gratuita.
Siempre se incentivó votar “al mal menor”. Así se fomentó el voto a Alfonsín en el ́83 contra “el cajón” de Herminio Iglesias (PJ). Luego, que había que votar a Menem para sacarse de encima la hiperinflación y la Obediencia Debida y el Punto Final de Alfonsín. Cuando Menem remató el patrimonio nacional, indultó a los genocidas y despidió a miles de trabajadores, se incentivó el voto por la Alianza De la Rúa-Chacho Alvarez, que nos llevó a la crisis de 2001, y por eso existió el Argentinazo del “que se vayan todos”. Después vino de nuevo el PJ con Duhalde, Néstor y Cristina Kirchner. El balance es claro: siempre ganaron los grandes empresarios y perdió el pueblo trabajador.
Llamamos a los trabajadores, jóvenes y demás sectores populares a votar en defensa propia. Por la defensa del salario, el trabajo, la salud, la educación y por los cambios de fondo que hacen falta en el país. El voto en blanco o nulo va a servir para emprender el camino de la unidad en la lucha contra las medidas antiobreras que se vienen. A eso apostamos desde el Frente de Izquierda.