Polémica sesión de las 96 leyes: Un debate necesario sobre el rol de la izquierda en el Congreso
El 26 de noviembre se aprobaron 96 leyes en una sesión escandalosa de la Cámara de Diputados. La oposición patronal se retiró del recinto. El hecho que los tres diputados del FIT (PTS y PO) se quedaran, abrió muchas dudas entre los luchadores. Desde Izquierda Socialista no cuestionamos haber dado quórum, sino los argumentos que sostuvieron los compañeros. Como también la postura de Myrian Bregman (PTS) en el programa 678, de dejar abierta la posibilidad de futuros acuerdos parlamentarios con el bloque kirchnerista.
Por Atilio Salusso
En la última sesión del año de la Cámara de Diputados, el gobierno kirchnerista, mediante una clara maniobra, hizo votar casi 100 leyes a libro cerrado, sin debate, en forma absolutamente antidemocrática. Para lavarse la cara e intentar simular (una vez más) que vino gobernando “para el pueblo”, puso en el temario 5 o 6 leyes consideradas “de los trabajadores”, entre ellas la expropiación del Bauen y el pago de bonos de participación en las empresas privatizadas, para hacer pasar un paquete de decenas de leyes patronales. Todo esto, mientras el bloque parlamentario patronal de Cambiemos (PRO, UCR, CC) y el de Massa, hacían el show de retirarse. Una nueva pelea entre los dos bloques patronales.
Los medios anti K se centraron en criticar “la novedosa” actuación de la izquierda por dar quórum al gobierno y los medios kirchneristas elogiaron a la izquierda. Toda esta repercusión sobre lo novedoso del quórum que dio el FIT, trajo inquietud, dudas y debates en la militancia de izquierda. En este sentido, desde Izquierda Socialista queremos ser claros: no cuestionamos que los compañeros Nicolás Del Caño, Myriam Bregman (PTS) y Pablo López (PO) hayan dado quórum, sino con qué postura lo hicieron. Tampoco, en esta oportunidad, queremos debatir sobre cómo se tenían que votar esas pocas leyes promocionadas por el gobierno como “de interés para los trabajadores”, tema que debería ser discutido en profundidad en el seno del FIT.
Lo que criticamos es que, en vez de denunciar la grosera, patronal y antidemocrática actuación parlamentaria del kirchnerismo (y de la oposición patronal), PTS y PO se dedicaron a atacar como centro “a la derecha” (por retirarse) haciendo unidad con el gobierno contra Cambiemos. Hicieron lo opuesto, criticando la “responsabilidad” del oficialismo… ¡por poner en peligro el quórum! (“Quiero denunciar la responsabilidad de los diputados del oficialismo que… no fue capaz de garantizar la presencia completa de su propio bloque” (comunicado de López, PO); “… la propia crisis de la bancada kirchnerista puso en peligro esta sesión” (comunicado Del Caño, PTS).
Había que levantar la voz diciendo que el gobierno puso en el temario esas leyes parciales simulando ser un gobierno “progresista” que legisla a favor de los trabajadores, para hacer aprobar decenas de leyes patronales a libro cerrado. Dentro de las cuales, por ejemplo, estaban tratados “de cooperación” entre Argentina y Croacia o Kuwait, es decir, acuerdos entre gobiernos capitalistas y en beneficio de grandes empresarios ligados a ellos. O, como reconoce el propio diputado López del Partido Obrero en un comunicado, otras “que afectan derechos democráticos de los trabajadores, dan vía libre a la continuidad de la depredación medioambiental o desgravaciones para sectores patronales”.
Nunca el kirchnerismo tuvo voluntad de expropiar el Bauen, ya que no lo hizo en estos doce años de gobierno, aunque la lucha por la expropiación comenzó hace 13 años. A tal punto es así, que al pasar ese proyecto para lograr la sanción definitiva en el Senado… ¡el kirchnerismo la sacó del tratamiento! Dejó solo la que le interesaba a Alicia Kirchner, un proyecto polémico que creó la empresa Yacimientos Carboníferos Fiscales Sociedad del Estado, absorbiendo a la mina de Río Turbio, dándole el control a un directorio de 5 miembros (2 del Poder Ejecutivo; 2 del gobierno de Santa Cruz y uno de los trabajadores), empresa que fue privatizada por el kirchnerismo cuando gobernaba Santa Cruz en 1993. Que tampoco pudieron aprobar porque se le fueron senadores al kirchnerismo dejándolo sin quorum.
Compartimos la crítica de PO y PTS a la oposición patronal por retirarse demagógicamente de la sesión. También compartimos que había que denunciar al PRO, a la UCR y al massismo por irse del recinto, cuando otras veces han dado quórum para votar junto al kirchnerismo, por ejemplo, la vergonzosa indemnización a Repsol o reanudar los pagos de la deuda externa. Pero quien hizo la sesión y la maniobra escandalosa fue el gobierno kirchnerista, que se vino haciéndo pasar como “nacional y popular contra la derecha”, cuando en estos doce años ha gobernado para los grandes empresarios, banqueros y multinacionales.
Nos preocupa que por la campaña del kirchnerismo de que se “viene la derecha” se ceda a esa presión y, objetivamente, se termine abriendo paso a acuerdos o unidades de acción parlamentarias con sectores patronales, en especial con el peronismo K.
Nuestra preocupación se vio confirmada posteriormente por la diputada de PTS, Myriam Bregman, cuando fue invitada por primera vez al programa 678. Ante un panelista ultra K que le preguntó, luego de destacar que hayan dado quórum, por qué consideraba que Scioli y Macri son lo mismo, contestó , insó- litamente, “yo nunca dije que eran lo mismo”. Cuando le preguntaron a Bregman si iban a consensuar en el futuro proyectos parlamentarios con el bloque del FPV, contestó que no lo podía precisar porque todavía “se están reconfigurando los bloques”. Lamentable respuesta de Bregman. Cuando la independencia de clase del programa del FIT indica que nuestros proyectos son opuestos a la agenda parlamentaria, tanto del gobierno como de la oposición patronal.
En esa tendencia equivocada, el PTS ha cedido a presiones del kirchnerismo al no asistir al Congreso a la jura del nuevo presidente, dividiendo al bloque del FIT (los diputados del PO correctamente asistieron). Argumentado que no se sumaban a “un acto netamente político en apoyo de una de las dos facciones en pugna”. Mientras anunciaban que irían a la asunción de Vidal y Larreta. Mostrando que en la asunción de Macri le hicieron seguidismo al kirchnerismo, que decidió no concurrir.
Este debate lo consideramos muy importante. Ya que para los socialistas revolucionarios el parlamento es una institución del régimen al servicio de la patronal. El rol de los diputados del FIT tiene que ser el de denunciar centralmente a los gobiernos de turno y a todas las variantes patronales. Junto a llevar la voz de los trabajadores y propagandizar las salidas de fondo para cambiar las bases de esta sociedad capitalista, no deben sembrar ilusiones en que del Congreso pueden salir leyes a favor de los trabajadores. Si bien está por asumir un gobierno como el de Macri, que es otra variante patronal, hay que señalar que va a profundizar el ajuste que ya vino imponiendo el kirchnerismo en estos años. Política que, bajo ningún punto de vista, el Frente de Izquierda puede dejar de señalar, en las luchas y desde sus bancas.