Pacto YPF-Chevron: Ahora el macrismo apoya la “confidencialidad”

(Tiempo estimado: 1 - 2 minutos)

“Cambié mi posición porque antes no tenía información”, dice ahora AlonsoEn 2013 se firmó el acuerdo entre YPF donde el estado venía de estatizar la parte de la compañía que anteriormente pertenecía a Repsol, y la yanqui Chevrón. Estaba lleno de puntos oscuros e implicaba la entrega absoluta del área más importante de explotación de Vaca Muerta, donde se encuentra la mayor zona de explotación de petróleo no convencional de la Argentina y una de las mayores del mundo.

El contrato nunca fue dado a conocer, aduciéndose “confidencialidad” y a que se trataba de un “contrato entre privados”. En abierta contradicción con todo el discurso oficial de entonces, donde se afirmaba que habíamos “recuperado YPF” y la “soberanía energética”.

Se sospechaba que detrás de esa confidencialidad se escondían cláusulas escandalosas, como las que obligaban a modificar aspectos importantes de la ley de Hidrocarburos para someternos a las necesidades de Chevron. Con el pasar del tiempo se fueron deslizando más datos: YPF habría abierto cuentas en paraísos fiscales, a nombre de empresas fantasmas, para trasladarle dinero a Chevrón. Todo en el marco de un mar de irregularidades que incluyen el endeudamiento récord de YPF por 7.000 millones de dólares y hasta un sueldo escandaloso de 4,5 millones de dólares para el presidente de la compañía, Miguel Galluccio.

A lo largo de los últimos dos años hubo varias presentaciones para obligar al entonces gobierno kirchnerista a dar a conocer el contrato YPF-Chevrón. Laura Alonso, entonces diputada del Pro, había sido una de las personas que más fuertemente cuestionaba la “confidencialidad”: “el acuerdo con Chevrón empieza mal: no es público”. Pero ahora quedó en claro que su oposición era pura demagogia. Con el cambio de gobierno, Alonso -actual titular nada más y nada menos que de la Oficina Anticorrupción- avala que no se cumpla con una decisión de la Corte Suprema de Justicia, que ordena dar a conocer el contrato. “Cambié mi posición porque antes no tenía información”, dice ahora Alonso. Vergonzosamente, kirchneristas y macristas acuerdan en la “confidencialidad” de la entrega.

J.C.

Opina el lector

Nombre 
Mensaje 
Localidad 
Teléfono 
email