Este miércoles está citada a declarar Cristina Kirchner. Se anuncia una marcha en su defensa organizada por el mismo Máximo Kirchner por parte de la Cámpora y el conjunto del kirchnerismo.

La ex presidente tiene otras causas por lavado y corrupción en danza. Algunos vaticinan que puede terminar presa. Esto ha dividido nuevamente las opiniones. Sectores K denuncian que se trata de una “persecución política”. Desde Izquierda Socialista somos claros: sin poner las manos en el fuego por esta justicia patronal consideramos que todos los políticos corruptos tienen que ir presos y devolver todo lo que robaron.

Es cierto que los jueces se quieren reacomodar ante el nuevo gobierno; que ésta justicia le quiere dar una mano a Macri tapando su ajuste y negocios en los paraísos fiscales mientras deja en la impunidad a los Niembro y a los chanchuyos en la obra pública con Caputo, el Lázaro Báez del PRO (ver recuadro). Pero esto no puede ocultar que la acusación a Cristina y a De Vido es un nuevo capítulo de la trama de corrup ción que se vino gestando en estos 12 años bajo un “modelo” económico que involucra a grandes capitostes del gobierno anterior.

El negocio del “dólar futuro”

Cristina va a declarar mañana por la denominada operación de “dólar futuro” en beneficio de grandes patronales. Una verdadera estafa. La misma consistió en vender dólares a $10 por parte del Banco Central garantizándoles a los compradores que en meses, si el mismo subía, el gobierno les iba a pagar la diferencia. Así fue que entre setiembre y noviembre de 2015 todos los operadores de dólar futuro argentino vendían a sus clientes a 15 pesos para febrero-junio de 2016 pero el Banco Central lo hizo a 10. Una ganancia del 50% en apenas tres meses en beneficio de cerealeras y monopolios exportadores (Cargill, Molinos Río de La Plata), banqueros, especuladores de la bolsa y cuanto buitre anduviera suelto. Esto generó una perdida que todavía está pagando el Banco Central de más de 70.000 millones de pesos que el gobierno de Macri avaló.

El gobierno kirchnerista dijo que hizo la operación para bajar las expectativas inflacionarias diciendo “te vendo a 10 y vas a ver que en tres meses vale lo mismo”. Como se verá, ocurrió lo contrario. ¿Esto fue cuidar el bolsillo de los argentinos como predicaba el gobierno K? No. Fue engordar los bolsillos de los especuladores.

Como estos negociados hubo tantos otros.

FMI, Barrick, Chevron...

En los 12 años de la “década ganada” el kirchnerismo gobernó para los grandes empresarios y multinacionales. De paso, la ex familia presidencial y todos sus funcionarios se enriquecieron sideralmente. Negociados y corrupción que llevaron a hechos trágicos, como la masacre de Once, donde si bien está detenido Jaime, el resto de los verdaderos responsables sigue en libertad.

El gobierno kirchnerista quiso hacer pasar otros hechos de entrega como parte de un plan liberador. El caso más escandaloso fue el pago de contado de la deuda externa al FMI, el organismo financiero más corrupto y saqueador. Lo mismo hizo con los gobiernos ajustadores del Club de París, los juicios del Ciadi en beneficio de multinacionales que se sintieron “perjudicadas” por el Argentinazo y la indemnización a Repsol, en vez de demandarla por el tremendo saqueo que nos produjo esta petrolera.

Otro capítulo de la entrega K fue el pacto secreto con Chevron bajo el argumento de que Argentina se iba a beneficiar con supuestas inversiones de esa multinacional yanqui. Pero resulta que la misma venía de ser condenada por saquear el petróleo en Ecuador e imputada por grandes daños ambientales.

El kirchnerismo también defendió en forma vergonzosa a la Barrick y pactó el reingreso de Monsanto en el país. Solo una gran lucha popular evitó que se radicara en Córdoba.

Podríamos seguir con los ejemplos. Pero estos bastan para probar que lejos de ser un gobierno que combatió a las corporaciones, nos desendeudó o enfrentó a los enemigos de la patria con los fondos buitre, el kirchnerismo fue una variante patronal que apeló a un doble discurso para tapar que gobernó al servicio de los grupos económicos en desmedro de los sectores populares. Preocupado por sostener un aparato clientelar electoral que ni le sirvió para evitar perder las elecciones, permitiendo que asumiera la centro derecha de Macri.

El diputado Héctor Recalde apeló a una burda exageración diciendo “hay un ánimo de revanchismo similar al del golpe del 55”. Otros kirchneristas dicen que se trata de una “persecución para manchar el legado de los gobiernos populares en Latinoamérica”. Algunos intendentes K dijeron que van a protagonizar “otro 17 de octubre” este miércoles. ¿Para defender a Jaime y al testaferro presidencial? Todo para encubrir la corrupción del gobierno anterior.

Por nuestra parte convocamos a seguir enfrentando en unidad al ajuste antiobrero del gobierno de Macri. Llamando a los jóvenes y nuevas generaciones a seguir sacando la verdaderas conclusiones sobre los últimos 12 años de gobierno K.

J.C.G.

Scioli: “Creo en las explicaciones de Macri”

Así se refirió sobre el tema el ex candidato presidencial K y ahora titular junto a Gioja de las autoridades del PJ. No es casualidad.

Cuando fue el balotaje, desde el Frente de Izquierda sostuvimos que tanto Scioli como Macri eran candidatos patronales que iban a aplicar un ajuste contra el pueblo. Ambos ya venían gobernando -uno en la Ciudad y otro en la provincia de Buenos Aires- al servicio de los grandes empresarios y en contra de los trabajadores. Ese instinto de clase los encuentra ahora ayudándose mutuamente.

Macri se refería a Scioli como su amigo “Daniel” y Scioli le dice ahora “me basta con tu descargo”. En momentos difíciles se dan una mano. Son políticos patronales que gobiernan para los de arriba y en defensa de sus propios negocios. Scioli defiende a Macri porque es lo que pretendería de su parte en caso de estar en su situación. La tormenta acecha: ya hay denuncias contra políticos kirchneristas. El ex secretario privado de Néstor Kirchner y valijero de las bolsas negras con dólares y euros trasladados de Santa Cruz a la Rosadita, Daniel Muñoz, también quedó escrachado como titular de una sociedad en las Islas Vírgenes Británicas.