El próximo viernes 3 de junio se cumple el primer aniversario de aquella impresionante jornada por #NiUnaMenos de 2015. En aquel momento más de 500.000 personas salimos a las calles de todo el país para enfrentar la violencia machista de esta sociedad capitalista. Luego de un año con grandes luchas de las mujeres reclamando el fin de las violencias patriarcales hoy queda claro quiénes somos los que luchamos verdaderamente para que se haga realidad la consigna #NiUnaMenos. No son parte de este bando ni el nuevo gobierno nacional de Macri, ni los gobiernos provinciales de todos los colores político-patronales.

Macristas, kirchneristas, massistas y radicales se sacaron la foto en aquella gloriosa movilización pero luego no hicieron nada desde su gobierno. Fruto de ello, la cifra de femicidios sigue en aumento. En 2015 hubo 286 y este año ya se contabiliza un centenar.

El único anuncio que hizo la ex presidenta Cristina Fernández mientras gobernaba fue el de aumentar la cantidad de trabajadores telefónicos de la línea 144 que atiende consultas sobre atención de las violencias. Y el actual gobierno de Macri sigue en el mismo camino o, más aún, se ha dedicado a intentar cerrar programas destinados a las mujeres como el de Salud Sexual y Reproductiva que entrega anticonceptivos gratuitos. Además, el Consejo Nacional de las Mujeres sigue con la misma lógica de desfinanciamiento en que lo sostuvo el kirchnerismo. Para 2016, el Consejo tiene 87 millones de pesos asignados, lo que equivale a cerca de 3,90 pesos por cada mujer argentina, una verdadera burla. De esa cifra, el 70 por ciento se utiliza para pagar los sueldos de funcionarios y trabajadores del consejo. Prácticamente no queda nada para las políticas reales hacia las mujeres. Tal es así que en Argentina existen menos de una decena de refugios estatales para mujeres y los pocos centros de atención están desfinanciados y con sus trabajadoras precarizadas.

En este marco, el grito por el #NiUnaMenos sigue más vigente que nunca. Las mujeres, trabajadoras y estudiantes lo seguimos sosteniendo ante cada mujer víctima de femicidio como ocurrió con los casos Mercedes Mieres o Rocío Falcón del Chaco con las movilizaciones exigiendo justicia; o con Karina Abregú, sobreviviente de un intento de femicidio que logró la condena del femicida gracias al acompañamiento de las mujeres. También es parte de la pelea contra la violencia de género exigir la libertad de Belén y lograr el aborto legal, terminar con las redes de trata y con la precarización laboral de las mujeres y el ajuste.

Este 3 de junio tenemos que ganar nuevamente las calles y movilizarnos en todas las plazas del país. El gobierno de Macri y los gobiernos provinciales son responsables de la situación de las mujeres. Gritaremos: ¡Basta de femicidios y de impunidad para femicidas, violadores y violentos! Presupuesto ya para la ley de erradicación de violencia contra las mujeres. Por centros de atención, refugios y patrocinio gratuito. Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir. Basta de impunidad a las redes de trata ¡Qué las trabajadoras no paguemos la crisis!
Aprovechemos este nuevo impulso de la movilización para organizarnos en cada lugar de trabajo, en las escuelas, universidades y barrios para conseguir nuestros derechos ¡Vivas nos queremos!