Macri ha enviado un paquete de leyes al Congreso. Es para pagar una parte de la deuda a los jubilados con su propia plata del Anses y la del blanqueo de capitales.

Que Macri va a “cumplir” con los jubilados es una mentira total, como bien se explica aquí. Segundo: el blanqueo de capitales es un perdón e impunidad para los que fugaron capitales, completamente repudiable. Se lo quiere hacer pasar como “bueno” porque contribuiría a destinar fondos para nuestros abuelos, cuando los sucesivos gobiernos son los que vienen esquilmando a los jubilados, negándoles el 82% móvil y el actual plan de Macri es aumentar la edad jubilatoria.

¿Qué quiere decir “blanqueo”? Significa que el gobierno va a “lavar” o a “limpiar” plata sucia que se fugó del país. Lo mismo hizo en dos oportunidades el kirchnerismo. Hay 400 mil millones de dólares en el exterior que los gobiernos permitieron que se fuguen. Les dan la posibilidad de “legalizarlos” sin preguntarles a sus verdaderos dueños (grupos empresarios, banqueros o políticos patronales) de dónde los sacaron. De esa manera van a pasar a tener plata “legal” los evasores, posibles narcotraficantes, los que trafican con la trata de personas, la venta ilegal de armas, explotan a los 45 millones de esclavos que hay en el mundo o los que tienen la plata off-shore.

Con el blanqueo tampoco tienen que traer la plata al país. Solo la van a “declarar”, quedándose en bancos extranjeros. Y lo peor, no le van a exigir el pago de los impuestos que no pagaron. Apenas les van a exigir un 5 o 10% de ese monto. Mientras esto ocurre, el 60% de los ingresos de un trabajador se destina al pago de impuestos. Macri le sigue cobrando impuesto a las Ganancias a millones de trabajadores y jubilados. Y se expropian los ingresos populares a millones de familias con el IVA del 21%, uno de los impuestos más altos e injustos del mundo.

Tal es la impunidad que en el proyecto de ley hay un artículo que castiga a jueces o periodistas que revelen los nombres de los beneficiarios del blanqueo.

A todo esto se reveló que en los primeros cinco meses de gobierno Macri ha destinado 281.000 millones de pesos (es decir, 20.000 millones de dólares) a favor de las agroexportadoras, bancos, empresas de alimentos y grupos industriales. ¿Qué representa ese dinero? El 130% del presupuesto para las universidades nacionales; o 9 veces lo que se destina a vivienda; 4 veces más que el presupuesto para Salud o más de 6 años de Asignación por Hijo. Esto implica un robo a cada trabajador de $26.000 que fueron “transferidos” hacia aquellos sectores. (Centro de Estudios para el Cambio Social -CECS-, Página 12, 29/05).

Además hay que sumar el saqueo de millones de pesos del tarifazo, plata que va del bolsillo popular a las empresas privatizadas. Y los 16.000 millones de dólares de endeudamiento para pagar la deuda usurera e ilegítima a los fondos buitre que implicará más ajuste para pagar ese nuevo endeudamiento que se suma al conjunto de la deuda externa argentina.

En definitiva, el blanqueo de capitales es otro gran negociado a pedido de los grupos económicos, multinacionales, bancos y usureros. Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda está completamente en contra del blanqueo. Esa plata nunca se debería haber ido del país, porque un gobierno de los trabajadores y de la izquierda hubiera nacionalizado la banca y el comercio exterior para evitarlo. Lo que hay que hacer es obligar a esos capitales a que vuelvan al país y que paguen fuertes impuestos, bajo apercibimiento de que si no lo hacen se les expropien todos sus bienes, propiedades y acciones.

Con esa plata y la proveniente de la inmediata suspensión de los pagos de la deuda externa, entre otras medidas de fondo, se podría otorgar un salario igual a la canasta familiar para todos los trabajadores; $6000 de emergencia para los jubilados y el 82% móvil. Y reactivar la economía en función de las necesidades del pueblo trabajador erradicando los graves problemas sociales.