Se acerca el 9 de julio, día de la independencia nacional. Una jornada muy especial porque se cumplen 200 años de la gesta que nos liberó de la corona española.

Que Macri haya invitado al Rey emérito Juan Carlos de España es una cachetada para millones de trabajadores. ¡Invitó al representante de la monarquía española que nos sometió durante siglos! Así como Prat Gay le pidió perdón a los empresarios españoles por lo que se hizo con Repsol ¿Macri le pedirá perdón al rey Juan Carlos porque nos liberamos de España?

También este 9 de julio, después de tantos años, habrá un desfile militar. Militares que nada tienen que ver con el ejército sanmartiniano, sino con la página más negra de nuestra historia, el golpe genocida de 1976.

A 200 años llamamos a reflexionar. Si Argentina tiene enormes recursos humanos y naturales ¿por qué hay un 30% de pobres y crece la desigualdad social como en toda Latinoamérica? Muy sencillo: porque hemos vuelto a ser una semicolonia del imperialismo y las multinacionales. ¿De qué manera? Con el mayor acto de coloniaje y corrupción que son los pagos de la deuda externa por parte de los distintos gobiernos patronales. Somos una Argentina semicolonial saqueada por Chevron, la Barrick, las automotrices, Monsanto, los bancos y multinacionales.

Por las privatizadas beneficiadas con el colosal tarifazo. Somos una semicolonia dependiente cuando el extranjero Benetton es el mayor oligarca del país, con casi un millón de hectáreas.

Macri ha declarado que “las buenas noticias empiezan a llegar”. Repite la mentira de que en el segundo semestre “nos vamos a salvar”. Dice esto mientras millones de trabajadores y familias humildes sufren los boletazos en la luz, agua y gas con aumentos siderales. A tal punto es el ajuste que Prat Gay reconoció que “el trabajo sucio ya está hecho”, refiriéndose a las medidas antipopulares que tomó Cambiemos. Pero el problema es que el gobierno seguirá con el “trabajo sucio” en los próximos meses.

Ya entramos en el segundo semestre y lo único que se ven son salarios y jubilaciones de pobreza; aumentos en los servicios públicos; inflación y medidas para salvar a los de arriba. Una encuesta dice que a 7 de cada 10 empresarios “les irá mejor”. Si les va bien a ellos, quiere decir que los trabajadores son los que van a seguir perdiendo.

El propio Indec reveló que la economía cayó en el primer trimestre y consultoras privadas dicen lo mismo del segundo. O sea, sigue la recesión. La industria cayó un 4,3% en mayo; la construcción un 12,9% respecto al mismo mes del año pasado (perdiéndose 48.325 empleos en abril último -Página/12, 2/7- ).

Mientras el gobierno echó a trabajadores del estado y aplica tarifazos a mansalva para que se “reduzca” el déficit fiscal (como si fuera la solución) el mismo sigue en rojo por la eliminación de las retenciones a las patronales del campo y megamineras y otras exenciones a las grandes empresas. Encima se sigue agrandando el endeudamiento externo que harán pagar al pueblo trabajador. Por eso el 90% de la gente opina que “no ha mejorado su situación” (Clarín, 2/7); la bronca crece; la mayor preocupación es la inflación, mientras el gobierno está de gira por Estados Unidos prometiéndole a las grandes corporaciones internacionales (petroleras, Ford, Cargill, Coca Cola) que les va a seguir abriendo el país para más saqueo y explotación.

Este 9 de julio llamamos a levantar bien alto las banderas de nuestros héroes patrios que dieron la vida por un país independiente. Hoy esos héroes siguen existiendo entre los trabajadores y trabajadoras que luchan contra los despidos, por salario, contra el ajuste de Macri y los gobernadores. El camino iniciado el 9 de julio quedó inconcluso. La Argentina debe romper con toda dominación extranjera dando pasos hacia una segunda y definitiva independencia. Luchando por un gobierno de los trabajadores en camino al socialismo.

Para liberarnos del capitalismo imperialista hay que empezar por declarar el no pago de la deuda e impulsar un frente latinoamericano de países deudores; desconocer los tratados internacionales de sumisión que nos atan al imperialismo; nacionalizar la banca y el comercio exterior; reestatizar las empresas privatizadas; nacionalizar el petróleo y el gas y demás sectores estratégicos para ponerlos al servicio de combatir el hambre, la pobreza y el saqueo capitalista.

El PRO, la UCR y el PJ son los partidos de la dependencia. La segunda y definitiva independencia vendrá de la mano de los trabajadores y la izquierda. Ayudanos a construir Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda para dar esta pelea.