El reclamo por la reapertura de las paritarias empieza a hacerse sentir entre los trabajadores. No es para menos. Los acuerdos paritarios se han firmado a la baja. Y ante el tremendo tarifazo y los aumentos de los artículos de primera necesidad, los salarios han perdido entre un 10 y 12%. Hay que recuperarlo ya exigiendo que se reabran las paritarias. Si el promedio de inflación anual está en un 47%, los aumentos salariales tienen que alcanzar como mínimo ese porcentaje. Es la única vía que tienen los trabajadores y demás sectores populares para hacer frente a la enorme carestía de la vida.

Es revelador el accionar de los burócratas sindicales justificando por qué firmaron a la baja: “Nosotros le creímos al ministro de Economía cuando nos dijo que la inflación anual sería de 25% y cerramos semestralmente un 20%, pero él mismo en Estados Unidos dijo que sería del 42%”, confesó Armando Cavalieri de Comercio (Clarín, 04/08/16). “Nosotros aceptamos acompañar al gobierno el pedido de Mauricio Macri de cerrar paritarias semestrales al 25%, el tema es que hoy por hoy la inflación interanual está en torno al 45%”, admitió el jefe de los porteros de edificio, titular del PJ de Capital y dueño del diario Página12, Víctor Santa María. UPCN aceptó un 31% anual. Luz y Fuerza firmó el año pasado el 40% por 18 meses, quedando hoy desfasado. Se podría seguir con los ejemplos.

A la pérdida salarial y jubilatoria hay que sumarle los garrotazos permanentes que lanza el gobierno sobre los bolsillos populares, siendo el tarifazo el más impactante. Hasta distintos jueces han tenido que frenar los aumentazos de las tarifas gracias a las movilizaciones, marchas y distintas manifestaciones de repudio que se dieron a lo largo y ancho del país. A esto se suman los aumentos en la leche, el azúcar y los medicamentos.

En mayo de este año se perdieron 59.840 empleos respecto al año pasado según informes del propio Ministerio de Trabajo. La construcción cayó un 19,6% en junio; la industria el 6,4% y el trabajo en negro sigue en la escalofriante cifra del 40%.

Hasta la iglesia católica -que hace de contención social y acompaña permanentemente a los gobiernos de turno-, ha elevado su voz por “trabajo genuino”, siendo parte de la marcha por “pan y trabajo” en el día de San Cayetano del pasado domingo, junto a distintas organizaciones sociales.

El gobierno niega todo. Así como decía que la inflación anual iba a ser del 20 al 25%, ahora dice que como la inflación “daría” algo menos en los próximos meses, no hay razones para reabrir las paritarias. Lo mismo con el desempleo, que es ninguneado permanentemente por Macri, Prat Gay o Triaca. Al punto que el presidente ha dicho que no va a renovar ni siquiera el compromiso de palabra de los empresarios para “no despedir” por un tiempo (que usaron de excusa para no votar la denominada ley antidespidos), porque no haría falta (cuando muchos de ellos estuvieron despidiendo personal en estos meses). ¡No tienen vergüenza!

Este martes se llevó a cabo la marcha del sindicalismo combativo a Plaza de Mayo reclamando un aumento de salarios y jubilaciones, reapertura de las paritarias y contra la criminalización de los ferroviarios del Sarmiento (ver páginas centrales). Este jueves 11 hay paro nacional de ATE, al que se sumarán los docentes bonaerenses, judiciales de ese distrito y otras organizaciones. Los docentes paran por salario y reapertura de las paritarias en varias provincias.

Mientras la conflictividad crece y centenares de miles ven que el “plan” de Macri está hecho al servicio del ajuste permanente para beneficiar a los de arriba, los únicos que parecen no haberse enterado de la necesidad de salir a pelear son los dirigentes de las CGT. Enfrascados en las peleas por los cargos en vista a la reunificación fijada para el próximo 22 de agosto y beneficiados por los millones que les dio Macri por las obras sociales, han emitido un comunicado crítico, pero de tomar alguna medida de lucha no dicen absolutamente nada. Después de 8 meses de ajuste, luchas provinciales, caída del consumo y una inflación que revienta los ingresos populares, Moyano, Caló y Barrionuevo miran para otro lado. Siguen en una tregua inadmisible, política que lleva a que cada gremio discuta por su lado, cuando lo que haría falta es una paritaria única nacional para reclamar un aumento inmediato de salario para el conjunto de los trabajadores.

Llamamos a seguir apoyando y coordinando las luchas. Hay que exigir a los dirigentes de las CGT que rompan la tregua con el gobierno y llamen junto a las CTA a un paro nacional como parte de un plan de lucha para frenar el ajuste. Ajuste que fue rectificado por el gobierno nacional y los gobernadores de las distintas variantes del peronismo y del Frente para la Victoria en una reunión en la Casa Rosada la semana pasada.

¡Aumento de salario! ¡Reapertura de las paritarias! ¡Basta de despidos y tarifazos!