Lesa humanidad para la Triple A: La represión del PJ, Isabel y López Rega
Escribe: Juan Carlos Giordano
El fallo tiene un enorme valor al ser el primero en reconocer como delitos de lesa humanidad los cometidos bajo el gobierno peronista de Isabel Perón (1973/1976). Se probó en la causa que Pedro Vergez (a quien se le dio perpetua) estuvo al frente del Comando Libertadores de América -grupo parapolicial que actuó bajo las órdenes de Isabel- cometiendo delitos aberrantes, mediante “grupos ilegales, clandestinos, utilizando instrumentos propios del estado: armas, automóviles, uniformes, comisarías, cuarteles, que los constituyeron en centros clandestinos de detención , tortura y homicidio”, según el propio juez Gavier (Página 12, 28/8). El fallo, de esta manera, deja abierta la posibilidad de investigar a la ex presidenta del PJ y a los delitos de la Triple A, por los cuales venimos batallando desde hace décadas.
Las Tres A fueron las bandas fascistas que asesinaban impunemente a luchadores sociales y dirigentes políticos de izquierda bajo la dirección del ministro de Bienestar Social, el ex cabo de policía José López Rega, al amparo de Isabel Perón. Su accionar fue creciendo desde 1974 y aún más desde la muerte del general Perón. Se decía que López Rega (“el brujo”) elaboraba la lista de blancos de la Triple A en reuniones de gabinete en las que Isabelita participaba.
Encarcelar a los ex miembros de la Triple A es crucial, ya que siguen prestando servicios en empresas de seguridad privada, en bandas impunes como las que secuestraron a Julio López o siendo parte de los servicios de inteligencia.
Si bien la Triple A iba contra la guerrilla, el centro era golpear y aplastar al movimiento obrero y a los sectores populares. En marzo del ‘75 la huelga de los metalúrgicos de Villa Constitución, aunque se perdió, marcó el grado del ascenso obrero. López Rega e Isabel trataron de dar un paso decisivo en la derrota de los trabajadores anulando las convenciones paritarias en el marco de un terrible plan de ajuste, llamado Plan Rodrigo. El tiro le salió por la culata. La CGT se vio obligada a convocar a una huelga general llamada el Rodrigazo, que provocó la homologación de los convenios y la caída del plan de ajuste y de López Rega.
Los trabajadores, al derrotar al lopezreguismo y al Plan Rodrigo, hirieron de muerte al gobierno peronista de Isabel. Pero la traición de la burocracia sindical, unida a sectores del PJ como Italo Luder, Cafiero y Ruckauf, salvaron al gobierno de su caída. El vacío de poder para la burguesía y el imperialismo crecieron. Esto abrió el camino para el golpe militar genocida de marzo del ‘76, que hizo que todo el estado fuera una Triple A.
Entre los asesinados por estas bandas fascistas se encuentran las víctimas de la denominada Masacre de Pacheco, la primera acción de las luego famosas Tres A. El 29 de mayo de 1974 varios compañeros que se encontraban en el local de Pacheco de la Regional Norte del PST (Partido Socialista de los Trabajadores, antecesor de Izquierda Socialista), fueron secuestrados. En la mañana del 30 de mayo los cadáveres de “Hijitus” Meza, “Tano” Zidda y “Tony” Moses aparecieron acribillados a balazos. Veinte días antes había sido asesinado el obrero metalúrgico “Indio” Fernández, subdelegado de Cormasa y afiliado del PST. Los días 3 y 4 de noviembre del mismo año serían asesinados el dirigente nacional César Robles y los compañeros Rubén Boussas y Juan Carlos Nievas. En 1975 otros compañeros de La Plata, que actuaban en apoyo a huelgas obreras.
Si no hubo juicio y castigo en estos años para los crímenes de las Tres A es porque hubo un pacto entre el PJ y la UCR para evitarlo. Pero ahora se puede reabrir. Un gran paso.