Escribe: Nacho Avila Facultad Psicología

El congreso quedará en las páginas más oscuras del movimiento estudiantil nacional. La Mella (agrupación juvenil que pertenece al partido centroizquierdista Patria Grande) entrega la federación platense al peronismo (Cámpora, JUP y otros). Un golpe artero al movimiento estudiantil y su lucha contra el ajuste y la privatización. Hay que repudiar el congreso burocrático. El viernes 26 de agosto se llevó a cabo el congreso de la Federación Universitaria de La Plata (FULP), que nuclea a 17 Centros de Estudiantes de la Universidad de La Plata con más de 120 mil estudiantes. El objetivo era elegir a su nueva conducción, siendo que desde diciembre de 2001, en pleno Argentinazo, conduce un frente de izquierda y combativo, el “Frente 20 de diciembre” (La Mella/PG, CEPA/ PCR, UJS/PO y otros).

¡Todo el congreso fue un escándalo! Se realizó con varios meses de retraso por la especulación de La Mella en acordar un frente con el peronismo. Tal fue el retraso que los delegados habían sido votados, ¡en noviembre del año pasado! En el comienzo, Liberación (Quebracho) irrumpió a las trompadas. Luego de horas, tras fracasar en su intento de conformar un frente peronista, La Mella entregó la federación con una maniobra burocrática. Cuando la mayoría de los centros de estudiantes y delegados se habían retirado, en acuerdo con pasar a un cuarto intermedio, realizó la votación dando por ganador al “Frente Patriótico Milagro Sala” (Cámpora, JUP, Quebracho, PC).

La entrega de la FULP al peronismo es un eslabón más, quizás el más grave hasta el momento, en la ruptura de La Mella con la izquierda, que se realizara bajo la consigna de “cerrar la grieta del campo popular”. Así sucedió en el congreso de la Federación Universitaria Argentina (FUA), donde se unió a JP Evita. También en Humanidades de La Plata, donde rompió el frente de conducción que tenía con PO y la Juventud de Izquierda Socialista. Ahora su política en la FULP busca sepultar años de lucha e independencia de los gobiernos y las autoridades universitarias. Entrega la federación al peronismo, a la burocracia estudiantil de los decanos, y a quienes boicotean la democracia estudiantil, como sucedió durante la lucha reciente por el boleto gratuito.

El congreso encontró al resto de la izquierda dividida. PO y PTS tuvieron una política equivocada poniendo un signo igual entre una federación de lucha y una de la burocracia peronista. Sin embargo, su error no debe ocultar la responsabilidad de La Mella, que aun así tenía la posibilidad de retener la federación para los luchadores. Ahora la izquierda debe unirse y exigir que se realicen asambleas en todos los centros de estudiantes para rechazar el congreso burocrático. Tomar el ejemplo de la lucha por el boleto gratuito y seguir dando la pelea unitaria contra el ajuste y la privatización de Macri y las autoridades.