Escribe Eugenia Galleguillo, desde La Rioja

Se cumplen dos años del femicidio de Romina Ríos, un caso donde la policía y la complicidad política quisieron correrse de la escena. Romina, de 17 años, fue asesinada por el policía Pedro Ortiz, quién le disparó con su arma reglamentaria, la tiró en un descampado y al otro día la quemó aun estando con vida. El 5 de septiembre comenzó el juicio. Desde hace un año nos movilizamos con toda la familia de Romina para que no quede impune.

Funcionarios del PJ “desdramatizaron” el caso y hasta cubrieron políticamente al femicida. La organización de mujeres y familiares se acerca a un paso importante por el pedido de “Justicia por Romina”.

Nunca el amor o la pasión han matado a las mujeres, sólo la violencia machista. La carátula de homicidio doblemente calificado intenta esconder la verdad, que fue femicidio. El fiscal pidió que este caso sea tomado dentro de las leyes que contemplan la violencia de género, manifestando que es un claro ejemplo de violencia machista. Sin embargo, no hubo voluntad jurídica ni política de caratularlo como femicidio, ya que se “la mató por el solo hecho de ser mujer”.

La reticencia a usar la figura es una muestra más de que el enfoque de género es usado muy ocasionalmente por un sistema judicial que sigue siendo machista y misógino, reproduciendo la violencia institucional y la revictimización de las mujeres que van a denunciar.

El juicio de Romina fue exprés, pero a más de diez días de finalizados los alegatos el tribunal no dicta aún sentencia. Desde Mujeres de Izquierda Socialista exigimos que Pedro Ortiz sea condenado a prisión perpetua en cárcel común y efectiva por el femicidio de Romina Ríos. Que la justicia investigue las complicidades, y que juzgue y castigue a los cómplices y responsables políticos.