Escribe José Castillo

Se realizó en Mar del Plata la 52° edición del Coloquio de IDEA. Más que en ocasiones anteriores, la reunión agrupó a lo más concentrado de la cúpula empresarial que actúa en la Argentina: 900 participantes que pagaron inscripciones de entre 30.000 y 50.000 pesos cada uno. El evento, que se realiza por primera vez desde el 2001, fue abierto por el presidente de la Nación. Además, varios funcionarios oficiales de primer nivel concurrieron a los paneles centrales de los tres días, compartiéndolos con empresarios estrella y lo más granado de los economistas del establishment local.

“Puentes hacia el futuro” era el lema de este año. Teóricamente, en las mesas de discusión se debatía el camino hacia el desarrollo y la modernización de la Argentina. En el discurso de apertura Macri planteó los ejes de debate. Repitió lo que viene diciendo en otros foros: “ya hay compromisos” de empresarios locales y extranjeros para invertir en la Argentina por un monto de 48.000 millones de dólares de acá a 2019. Centralmente volvió a señalar la necesidad de incrementar la “competitividad argentina”. Unió esto al anuncio de la convocatoria a la Mesa de la Producción y el Trabajo, además de materializar el repetido adagio “tenemos que sentarnos a dialogar entre el capital y el trabajo”, pidiéndole sensibilidad a los empresarios.

En los pasillos y mesas de IDEA se habló todo el tiempo de la necesidad de modernizarse y de aumentar la productividad. Este era el eufemismo para referirse, lisa y llanamente, a reducir lo que denominan “el costo laboral”. En concreto, bajar salarios, flexibilizar las condiciones de trabajo, precarizar más aún todas las actividades, quitándoles derechos a los trabajadores, haciéndolos, en suma, más pobres. De ahí la euforia con que se referían al acuerdo con el cual la burocracia del sindicato petrolero de Neuquén entregó derechos laborales para hacer más rentable Vaca Muerta. Los empresarios en IDEA afirmaban una y otra vez que había que cambiar los convenios colectivos de trabajo a favor de las patronales.

Esta es la agenda que los empresarios van a colocar en la recién convocada Mesa de la Producción y el Trabajo. Y esto es lo que se espera que las conducciones burocráticas de la CGT bendigan en el diálogo.

Por ahora, la famosa lluvia de inversiones sólo está en la imaginación de los anuncios del gobierno. Lo único que llueve es nuevo endeudamiento, que ya suma 40.000 millones de dólares este año. Como bien se dijo en los pasillos de IDEA, los empresarios esperarán a que primero bajen los salarios a niveles de hambre y se flexibilicen las condiciones de trabajo. Entonces sí vendrá la lluvia de inversiones y se construirá, dicen, un “modelo de desarrollo a la australiana”. Se refieren a un futuro país exportador de materias primas agrícolas y mineras, con una clase trabajadora flexibilizada al extremo. Claro que esto tiene un problema: Australia tiene el doble de nuestros recursos y la mitad de la población, sin mencionar las propias condiciones de superexplotación de una parte de la propia clase obrera australiana.

En síntesis, nada podemos esperar de estos empresarios reunidos en el coloquio de IDEA ¿Acaso no fueron ellos mismos los principales responsables del saqueo de las últimas décadas? ¿Quién fugó los 400.000 millones de dólares que se encuentran en el exterior? ¿Quién emplea en negro al 40% de la fuerza de trabajo argentino? ¿Quiénes fueron los empresarios que se llevaron todas nuestras riquezas a partir de las privatizaciones desde los ‘90? ¿Quiénes son los actores y beneficiarios de las decenas de “bicicletas financieras”, compra venta de bonos de deuda externa y un larguísimo etcétera sino ellos?

El desarrollo, la modernización y la competitividad que se discuten esta semana en IDEA no son un “puente hacia el futuro”, sino más bien un oscuro túnel hacia mayor explotación, miseria y marginación para el pueblo trabajador.

¡Basta de despidos y suspensiones!

Pasado el segundo semestre, continúan los despidos y suspensiones.La fábrica de electrodomésticos Drean suspenderá en la primera semana de noviembre a 1500 operarios en sus plantas de Luque y Río Segundo (Córdoba), empresa que Macri había visitado en mayo pasado. Expofrut cerrará dos plantas en General Roca y Allen, Río Negro, dejando en la calle a 260 trabajadores y alcanzando a 1.100 despidos el sector frutícola del valle rionegrino. Massalin Particulares despidió a 200 trabajadores en sus plantas de Corrientes y Buenos Aires, mientras Arcor aplicó 400 suspensiones en Arroyito. Metalúrgica Tandil, subsidiaria de Renault,suspendió a 120 empleados. Pirelli despidió a 80 trabajadores contratados de su planta de Merlo. Siguen en Ford y Wolkswagen los retiros voluntarios y despidos por “goteo” en las plantas de Pacheco. Las terminales automotrices de Córdoba ampliaron las suspensiones, que con Fiat, Iveco y Wolkswagen alcanzan las 2.350. (Pagina12, 12/10). Mercedes Benz, a su vez, anunció que despedirá a 500 trabajadores en su planta de La Matanza. Y en el sector textil, Top San Juan, TN Platex, Fibranor (Chaco) y Unisol (La Rioja) cerraron sus plantas.

¡Que la crisis la paguen los empresarios, no los trabajadores! ¡Prohibición por ley de despidos y suspensiones! ¡Que las empresas o establecimientos que despidan o cierren sean estatizados y puestos a funcionar bajo control de sus trabajadores!

Despidos en Pirelli (Sutna Merlo)

Luego de despedir a 80 trabajadores de agencia, el sindicato del neumático llamó a asamblea general y por sectores. Allí se definió parar 2 horas por turno y movilizarse el viernes 14 de octubre a la audiencia citada en el Ministerio de Trabajo. En ésta, la empresa se adjudica estar en crisis, cuando esta multinacional fue subsidiada por el estado y amasó fortunas durante años. Apoyamos esta lucha y repudiamos enérgicamente a esta patronal que pretende que la crisis la paguen los trabajadores.