Durante meses las privatizadas distribuyeron la electricidad sin pagarle al estado la generación. El gobierno no sólo decidió perdonarles la deuda, encima dice que “en realidad no debían nada”. Una auténtica vergüenza.

Escribe José Castillo

En la audiencia pública del 28 de octubre pasado Edenor y Edesur se despacharon con pedidos de aumentos de entre el 56 y el 73%, que se sumarían al 400% que el gobierno de Macri ya les otorgó en febrero pasado. Pero ahí no terminan sus privilegios, ahora se suma un perdón millonario por deudas anteriores contraídas con el estado.

El artículo 15 del presupuesto votado conjuntamente por macristas, massistas, una parte mayoritaria del Frente para la Victoria, centroizquierdistas de Stolbizer y “socialistas” santafesinos, perdona la deuda que Edenor y Edesur tienen con el estado por no pagar la energía eléctrica mayorista que ellos les cobraron a los usuarios desde 2012. El presupuesto dice cínicamente que esto es “en compensación” por el congelamiento tarifario de 2014 y 2015. ¡Mentira! Para Edenor y Edesur no hubo ningún “congelamiento” en sus ingresos. Fueron compensados con mayores subsidios, a los que justificó diciendo precisamente que eran para afrontar los pagos a Cammesa (la mayorista estatal que compra la energía a las generadoras).

Es decir, ambas empresas cobraron tarifas y subsidios mientras estaban virtualmente “colgadas” de la luz que brindaba Cammesa. La estafa es terrorífica: Pampa Energía es una de las generadoras de las que el estado (a través de Cammesa) adquiere y paga la electricidad. La realidad es que desde 2012 el estado termina entregando gratis la energía a Edenor (o sea a la propia Pampa Energía) para que esta se la “venda” a los usuarios y encima cobre subsidios. Lo mismo sucede con Edesur.

La deuda perdonada es de 1.200 millones de pesos en el caso de Edenor y de 430 millones para Edesur. A esto hay que sumar las otras privatizadas también beneficiadas: Edelap con 1.800 millones, Dpec de Corrientes con 1.400, Edemsa de Mendoza con 1.340 y Secheep de Chaco con 1.000, hasta llegar (junto con la deuda de la cordobesa estatal EPEC) a un total de “perdón” de deuda de 19.000 millones de pesos. Eso hasta ahora, ya que lo dispuesto en el artículo 15 del presupuesto no tiene fecha límite. Las privatizadas podrían seguir acumulando deuda en lo que resta del año ya que finalmente la absorberá el estado.

Cuando el proyecto de presupuesto aprobado en Diputados pasó al Senado el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, tuvo la caradurez de chantajear con que “si no se aprobaba esa condonación de deuda estaba en peligro la tarifa social”. El escándalo final lo protagonizó el jefe de Gabinete Marcos Peña, afirmando que “no hubo condonación de deuda, lo que hubo es la incorporación de un artículo que faculta al ministerio de Energía a hacer un trabajo que determine lo que le debe el estado a las eléctricas y lo que las eléctricas al estado” (Clarín, 19/11). Increíble: ¿las privatizadas le deben millonadas al estado?. El macrismo lo resuelve fácil: inventa una deuda por igual monto del estado con las privatizadas.

Estas empresas, que llevan 25 años brindando pésimos servicios y burlándose de los usuarios, son premiadas con tarifazos astronómicos, dolarización de las tarifas desde el año próximo, dos aumentos semestrales garantizados y ahora el perdón de sus millonarias deudas. Lo dijimos en la audiencia pública: Edenor, Edesur, Edelap y todas las privatizadas ya demostraron que lo único que les interesa es llevarse sus superganancias. La luz eléctrica es un servicio público esencial, un derecho humano que no puede ser tratado como una mercancía. La única salida para garantizar realmente tarifas accesibles para todos y servicios de calidad pasa por la rescisión de todos los contratos de concesión y la reestatización del servicio, gestionado por quienes realmente saben del tema, sus propios trabajadores y las organizaciones de usuarios.