Miles de personas se movilizaron este sábado bajo la lluvia en la XXV marcha del orgullo LGTBIQ (lésbico, gay, trans, bisexual, intersexual y queer) denunciando el travesticidio impune de Diana Sacayán, referente del movimiento, y la homo-lesbo-trans-bi-fobia. Sin embargo, desde hace años esta histórica marcha por los derechos de la comunidad LGTBIQ viene siendo copada primero por una serie de empresarios de boliches que hegemonizan el negocio “gay friendly” de la ciudad de Buenos Aires e intentan transformar a la movilización en un simple festejo; y, luego, por el aparato kirchnerista que, tras la aprobación de las leyes de matrimonio igualitario e identidad de género, cooptaron con puestos gubernamentales a las principales figuras referentes del espacio.

En la actualidad, la discriminación y persecución de la comunidad LGTBIQ sigue vigente, especialmente, para las personas trans, cuya expectativa de vida sigue sin superar el promedio de 37 años y que sólo acceden a la prostitución como medio para la subsistencia. Además, está clara la falta de garantía de espacios de atención en salud con perspectiva de género y las dificultades para el acceso a la hormonización gratuita. Por eso, mientras algunas organizaciones se dedicaron a musicalizar el evento y el kirchnerismo a recordar los avances formales ocurridos en su gobierno, desde el Frente de Izquierda organizamos una columna independiente reclamando la aprobación inmediata de la ley de cupo laboral trans, el presupuesto necesario para lograr la atención en salud integral y la identificación de la figura de travesticidio, reclamando especialmente justicia por Diana Sacayán. A su vez, denunciamos la política macrista que sigue discriminando y persiguiendo a las personas LGTBIQ.