Llegando a mitad de diciembre, el gobierno de Alicia Kirchner todavía no depositó los sueldos de los empleados estatales correspondientes a noviembre. Se profundiza el colapso en la provincia de la “resistencia con aguante”, con los estatales, trabajadores privados y los sectores populares movilizados.

Escribe Martín Fú

Algo huele mal en Santa Cruz. El último bastión con “puro” ADN kirchnerista no escapa al contexto generalizado de ajuste que se vive en todo el país. Sin diferenciarse de las recetas que se aplican desde nación, Alicia Kirchner enfrenta un fin de año convulsionado y por mérito propio. A pesar de ser una de las provincias con el privilegio de acceder a un mayor volumen de anticipos por coparticipación federal, la totalidad de los empleados estatales todavía no cobró su salario y difícilmente tengan antes de fín de año el aguinaldo. Desde el gobierno prometen empezar a pagar los sueldos a partir del 14 y en cuotas. El malestar social desborda todos los termómetros y la bronca crece.

ATE, Adosac, Aprosa (salud), Servicios Públicos y Judiciales vienen realizando medidas de fuerza. Junto con los autoconvocados enrolados en la Mesa de Unidad Sindical, se han movilizado por el centro de Río Gallegos hasta casa de gobierno, reclamando por los salarios adeudados. En el sector petrolero se contabilizan 800 despidos mientras las empresas levantan sus maquinarias ante la inacción de la burocracia de petroleros, que deja pasar los despidos del sector. Hasta los gremios “oficialistas” como UPCN y Personal Público también se encuentran de paro en toda la provincia, como postal de una crisis que todavía no tocó fondo.

El Socialista entrevistó a Adriana Astolfo, secretaría general de Adosac: “los docentes estamos de paro desde el 1 de diciembre por el cobro en tiempo y forma de los salarios, cosa que no se dio. Del aguinaldo no hay noticias, el gobierno pediría un préstamo para pagarlo, lo que hace peligrar el pago de los salarios de diciembre y enero. Nuestro congreso ratificó el mandato del congreso anterior, seguir de paro y estado de alerta y movilización durante los meses de diciembre y enero. La otra situación grave son las prestaciones de la caja de servicios sociales, ya se cortó todo lo que corresponde a farmacia, tratamientos oncológicos, afectando a todos los empleados públicos, incluyendo a los docentes. La caja está atravesando un vaciamiento total y la situación de los hospitales es catastrófica, faltando especialistas, suministros y mantención edilicia. Seguimos de paro hasta que nos depositen los salarios y aguinaldos en tiempo y forma”.