Con el acuerdo firmado entre el gobierno bonaerense y los sindicatos UPCN, Soeme y Salud, entre otros, se cerró la paritaria del grueso de los estatales bonaerenses. Un acuerdo a la baja que busca ser modelo de futuras negociaciones

Escribe Martín Fú

El acuerdo de la gobernadora Vidal de un 18% de aumento para el año 2017 comprende a un 70% de los gremios estatales. Han quedado afuera de la negociación los empleados estatales bonaerenses enrolados en ATE, Judiciales, Cicop, Casinos y Aemopba (Ministerios).

Vidal con este acuerdo busca un modelo de negociación a la baja y un techo salarial en las próximas paritarias. El aumento pactado es del 18%, a pagar en cuatros tramos de un 4,5% por cuatrimestre, en un contexto de ajuste hacia los trabajadores y los sectores populares. Según la gobernadora, “el aumento de 2017 va a ser de acuerdo con las pautas previstas de inflación, va a incluir encuentros para revisarlas y discutir otras cuestiones”. La intención, adelantó, es “discutir condiciones de trabajo, políticas sectoriales y de Estado” en el marco de “un gobierno nacional que puso en marcha un plan que hace que la inflación vaya en descenso” (Clarín, 5/12).

El argumento esgrimido en la mesa de negociación por la gobernadora es que según lo establecido en el proyecto de presupuesto para 2017 en la provincia, la inflación rondaría el 18% a pesar de que “las mejores previsiones para el año próximo hablan de un 22% de aumento en el índice de precios” (Clarín, 11/12). Pero la gobernadora y los dirigentes sindicales traidores, como Andrés Rodríguez de UPCN nada dicen de la pérdida salarial de este año, a pesar de que la nueva paritaria abre la posibilidad de nuevas negociaciones si la inflación supera el porcentaje del acuerdo. La dirigencia de ATE aunque fue el único gremio convocado que rechazó el acuerdo, se jugó con medidas aisladas y de caracter testimonial sin plantear acciones de fondo o convocar a asambleas para rechazar y repudiar el acuerdo. Baradel de Suteba sólo denunció el incumplimiento de la “cláusula de monitoreo de la inflación” que establecía la reapertura automática de discusión salarial si la inflación superaba porcentualmente a los salarios de los maestros. Esa cláusula no se ejecutó y formó parte, nuevamente, del acuerdo vergonzoso que UPCN y otros gremios firmaron con Vidal. Los docentes, que siempre son los primeros en negociar las paritarias, tendrán que encarar el próximo acuerdo con un panorama adverso. Esto plantea un desafio para las seccionales multicolor, ya que los dirigentes que componen el Frente Gremial Docente se preparan para hacer la plancha durante el verano.

Varios son los gremios que no han terminado de cerrar los acuerdos para el último tramo del año en curso, entre los que se destacan los médicos de la Cicop y los judiciales de AJB, que durante el año se han plantado y dado pelea al ajuste de Vidal con paros y movilizaciones, rompiendo el 15% del techo salarial que quería imponer el gobierno y ahora han rechazado este acuerdo.

El Socialista entrevistó a Mónica Méndez, de la directiva de la Cicop sobre las paritarias 2017: “Estamos con dos problemas, el primero es este magro aumento, insuficiente y el segundo es que no nos estarían llamando a paritarias para discutirlo. Vamos con esta discusión al plenario de delegados para votar los pasos a seguir”. En sintonía Benjamín Gandolfo, de la directiva de San Martín de los judiciales bonaerenses agregó: “el gobierno promete que si en 2017 hubiera algún aumento de la inflación mayor al 18% estarían automáticamente aumentando el salario sin reunión paritaria, pero eso significa un cheque en blanco a un gobierno que se negó todo el segundo semestre a reabrir las paritarias que tendrían que haberse abierto en agosto. Nosotros nos preparamos con asambleas para encarar un 2017 muy caliente y desde ahora tenemos que preparar un plan de lucha con los demás gremios estatales de la provincia”.