A pesar de los esfuerzos de Macri: El 24 de marzo seguirá siendo una jornada de lucha
Escribe Claudio Funes
El gobierno de Macri pretendió implementar por decreto un nuevo calendario de feriados en el país. En ese marco se eliminaba la inamovilidad del 2 de abril (aniversario de la recuperación de las islas Malvinas) y del 24 de marzo, histórica jornada de lucha contra el terrorismo de estado. La decisión del gobierno era que se traslade al lunes pasando de esa manera a formar parte de un fin de semana largo. Conocido el decreto el repudio fue generalizado por parte de los organismos de derechos humanos, partidos de izquierda y hasta de los propios intendentes peronistas, que anunciaron que ese día declararían asueto municipal. El escándalo fue tan grande que el gobierno de Macri tuvo que dar marcha atrás, reconociendo la inamovilidad de ambas fechas.
Pero el intento dejó entrever el objetivo buscado. Pablo Avelluto, ministro de Cultura planteó que: “las nuevas generaciones no tendrán que cargar con la mochila de la dictadura”. Con su decreto se puede apreciar la política de intentar desplazar a zonas de olvido y banalización el genocidio perpetrado por el gobierno militar, que, es necesario decir, Macri jamás reconoció (ya que, junto con los genocidas, comparte la teoría de los dos demonios). De igual forma se buscaba invisibilizar la gesta antiimperialista de Malvinas, como denunciaron las propias asociaciones de ex combatientes.
El gobierno perdió la pulseada: el repudio a la dictadura genocida y la gesta de Malvinas no pueden ser borradas tan fácilmente.