Escribe Sol Jordán

Como si las jubilaciones no fueran ya de miseria, el gobierno intentó bajar de 12.96% a 12.65% el porcentaje de aumento que correspondía otorgar en marzo, modificando la fórmula de actualización. Esto también hubiera afectado a las asignaciones universales por hijo y familiares y otras pensiones. Pero el escándalo fue tal que Macri tuvo que anular la resolución.

Pero no fue, como dijo el presidente, un “tecnicismo” para corregir un “error matemático” sino el intento del gobierno de cumplir con una de las pautas planteadas por el FMI en su informe de noviembre pasado y realizar así un “ahorro previsional” de 3.000 millones de pesos anuales. Otros de los “consejos” brindados por el Fondo eran reducir el haber inicial, es decir, bajar la relación entre el haber jubilatorio inicial y el salario, y subir la edad jubilatoria de las mujeres de 60 a 65 años.

Finalmente todo quedó como antes, lo que tampoco es ninguna solución para los jubilados: El haber mínimo subirá de 5.661 a 6.394 pesos, en vez de los 6.377 intentados por el gobierno. Se trata en ambos casos de una suma famélica que reciben por mes cuatro millones de jubilados y pensionados y que no llega a cubrir ni el 30% de la canasta básica de la Tercera Edad calculada en diciembre en 14.000 pesos. Para peor, a esto hay que sumar la eliminación de 150 medicamentos de la lista de cobertura del 100% para los jubilados que ganen más de 9.592 pesos.

¡Basta de jubilaciones de hambre! Exijamos el 82% móvil que fue vetado por el gobierno de Cristina y prometido por Macri en la campaña. La inflación, la falta de medicación y la suba de los servicios, constituyen un peso imposible de acarrear para nuestros mayores.