Luego de casi tres meses de lucha, los trabajadores bancarios lograron torcerle el brazo a los banqueros y al gobierno, imponiendo un aumento salarial del 24.3%.

La pelea comienza en noviembre pasado con la reapertura de las paritarias. Durante las negociaciones, llevadas a cabo en el Ministerio de Trabajo, se llegó a un acuerdo en el que se fijaba un incremento del 24% para 2017. Dicha suba fue suscripta por las cámaras patronales Abapra (bancos públicos, privados del interior y cooperativo) y Adeba (bancos privados locales) que emplean a más del 80% de los trabajadores de la actividad.

Sin embargo, a fines de enero, el Ministerio de Trabajo dijo que la paritaria no estaba vigente y que no correspondía abonar la cuota de aumento de ese mes.

La Asociación Bancaria recurrió a la justicia y ésta rechazó los argumentos del gobierno, ratificando que debía cumplirse con el acuerdo firmado en noviembre. Ante la negativa del gobierno de Macri, y de las patronales bancarias que se habían sumado a la violación del convenio, los trabajadores bancarios, que ya habían realizado asambleas en horario de trabajo (virtualmente un paro) extendieron a 72 horas el paro de 24 horas que habían anunciado previamente.

Frente a esta medida, las patronales, y el gobierno tuvieron que ceder. Los bancarios ganaron. Con el incremento, el sueldo inicial ascendió a 24.397 pesos; además se incorporó un mecanismo de actualización cuatrimestral en el caso en que el índice de inflación supere el 19.5% y un bono por el Día del Bancario que oscilará entre 21.600 y 40.000 pesos.

Los trabajadores bancarios rompieron con su plan de lucha el techo salarial que quiso imponerle el gobierno. Lo hicieron con paros, movilizaciones y un plan de lucha contundente. Es el ejemplo que hay que seguir.

Sol Jordán