Los días 19 y 20 sesionó el Congreso de la Federación Universitaria de Buenos Aires en paneles y asambleas por Facultad. El 21 una Asamblea Interfacultades resolvió un plan de lucha.

Escribe Nahuel Fernández

Como lo afirmamos en la declaración de la Juventud de Izquierda Socialista, el Congreso tenía el desafío de dar un aporte a la organización del movimiento estudiantil en este momento de durísima batalla contra el ajuste de Macri y el recrudecimiento de la represión, visto en particular con la violación a la autonomía universitaria en Comahue y Jujuy. Pero partía de la gran debilidad en que se encuentra la federación tras años de no poder revalidar su conducción por la amenaza que representa el crecimiento de la Franja Morada/Nuevo Espacio financiada por el Rectorado, y luego de años donde -a excepción de coyunturas acotadas y por Facultadviene primando el quietismo a nivel general en la UBA.

En ese contexto, fue correcto partir de que se convoque a un Congreso “Extraordinario”, es decir que vote un plan de acción y no un Congreso “ordinario” que se limite a la discusión de la “rosca” de los delegados de cada espacio político abriendo las puertas a las maniobras de la Fraja Morada y sus aliados. La clave para poder defender la federación -en un momento en que es tan necesaria para defender la universidad pública de los ataques de Macri- es apuntalar un proceso de movilización y politización del estudiantado, para que se comprenda la necesidad de los centros y de la federación como una herramienta de lucha, y se combata el modelo que impulsan centralmente las autoridades y los radicales, según la cual éstos son meros espacios de “servicios para ayudar a los estudiantes”, mientras pasa el ajuste.

Dicho eso, es necesario también hacer notar que el avance del kirchnerismo en los últimos años fue de la mano del mismo proceso de desmovilización y de la misma ideología. Por eso, el único centro que dirige el kirchnerismo en la UBA lo hace segundeando a la versión peronista de la Franja Morada: la UES de Sociales, agrupación oficialista del Rector Barbieri.

Con estos elementos en juego, uno de los principales debates del Congreso fue con La Mella/Patria Grande, que en su último congreso partidario definió sumarse a la campaña de Cristina Kirchner, y que para la FUBA la única salida que proponen es aliarse al kirchnerismo a como dé lugar. Se trata de una respuesta de “rosca” que dilapida la independencia política de la FUBA, y que incorpora a una corriente enemiga de la movilización estudiantil. De hecho, el otro gran debate del Congreso fue con el kirchnerismo, cuyo eje -al igual que en el movimiento obrero- es decir que luchar no es importante, que el centro son las elecciones. Argumentan que como se trata de un gobierno de derecha, no se le puede arrancar nada. Una mirada reaccionaria, a la que el enorme ejemplo de los docentes de Neuquén conquistando el 31% de aumento les responde con contundencia.

La convocatoria al Congreso lamentablemente mostró las mismas las limitaciones en términos de participación que venimos notando en cada Facultad. Frente a eso es muy importante el plan de lucha que se resolvió la Asamblea Interfacultades. Es necesario rechazar cualquier tregua con el gobierno -como la que representa de hecho la “escuela itinerante” para evitar el paro docente-. Nos aproximamos a una semana entera de paro a partir del 8 de mayo. Las próximas semanas tienen que servir para preparar asambleas, cortes de calles, clases públicas y tomas de facultades para potenciar la huelga. A su vez, se resolvió sumarse al impulso de una marcha nacional por el triunfo de los docentes universitarios.