Entrevistamos a Viviana Carranza, candidata a Secretaria Administrativa y una de las principales referentes de la lista unificada de oposición. Los telefónicos tienen un gran desafío por delante: darle pelea a la burocracia de Iadarolla-Marín.

- ¿Cuál es la actual situación del gremio y qué peleas están planteadas con la patronal?

- Hay un importante atraso salarial y los “aprietes” para una mayor productividad en casi todos los sectores están a la orden del día. Para que te des una idea, mientras que Telecom y Telefónica ganaron solo en el último trimestre del año pasado más de tres millones de dólares cada una, el salario promedio en mano con 20 años de antigüedad, no llega a los 20.000 pesos. Como venimos perdiendo desde hace rato con la inflación, las empresas han logrado meter planes de distinto tipo por productividad y las horas extras hoy en día son una necesidad para llegar a fin de mes.

Otro ejemplo: mientras los celulares son las “estrellas” del mercado, los compañeros de las móviles siguen trabajando 9 horas como cuando estaban bajo el convenio del sindicato de Comercio, y muchos de los convencionados de antes en Foetra ya trabajan lo mismo, por “actas” nuevas, a pesar de que recuperamos hace años con la lucha las siete horas de jornada. En las asambleas y recorrida por distintos sectores (a pesar de que, por primera vez las empresas y la burocracia nos impiden ingresar a los edificios) aparece la misma preocupación, cada vez más trabajo en peores condiciones.

Si las empresas no han avanzado más es por la pelea de los compañeros en distintos lugares.

Para darte un ejemplo, en la única oficina comercial que tiene Telecom en capital, cinco compañeras pasaron de atender 80 personas por día el año pasado a 300 en estos meses. En el verano despidieron 1.200 compañeros tercerizados en Córdoba que atendían telefónicamente los reclamos. Por todo esto hay mucha bronca con la conducción del gremio. Es muy importante para organizar y dar la pelea frente a los planes de mayor flexibilización sacar a esta conducción del sindicato, que ya lleva 20 años.

- ¿Cómo se conformó la lista Granate Blanca y quiénes son los principales candidatos?

- En las últimas elecciones ya nos habíamos presentado, como Granate Blanca, en una lista única de oposición y así sacamos el 40% de los votos. La lista hoy está conformada por cinco agrupaciones: la Violeta que lleva como candidato a Secretario General a Carlos Artacho (PTS); la Naranja con Pablo Eybusick (PO) como Adjunto; nosotros de la Roja, para la Secretaria Administrativa; los compañeros de la Verde y Negra, independientes, con Sergio Sosto como candidato y los de “Telefónicos de Pie”, con Tomás Devoto, de un sector de la CTA Autónoma. La lista es fruto también del trabajo en común en estos últimos cuatro años. Hay una necesidad y un espacio muy importante para dar la pelea para sacar a la burocracia. También hay trabas importantes, quizás las más importantes son: un padrón de casi 2.500 compañeros más que la vez pasada (somos 9.500 en total), en el que muchos no conocen a la oposición (lo que se agrava por no poder entrar a los edificios), y la campaña (la misma que dice el gobierno y las empresas) de que “el contexto” está complicado. Frente a esto, la burocracia miente diciendo que ellos son garantía de estabilidad laboral.

- ¿Cómo ven desde el gremio telefónico el paso dado por el plenario de Haedo y el documento aprobado?

- Nos alegró mucho que los compañeros de la Violeta y la Naranja se sumaran al llamado de Haedo cuando se lo planteamos. Es una oportunidad para fortalecer las luchas contra Macri y la pelea por la dirección del movimiento obrero. Corrobora que estamos en el camino correcto, que la unidad alrededor de un programa y una pelea común es lo que necesitamos para construir una nueva dirección en el movimiento obrero.