Escribe Laura Marrone Legisladora de la Ciudad de Buenos Aires por Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda

Según las cifras del Consejo Nacional de la Mujer se estima que el 83% de los casos de femicidios son agresiones por parte de parejas o ex parejas y que en el 56,8 % de los casos la víctima convive con el agresor. Las mujeres sometidas a situaciones de violencia de género muy frecuentemente se enfrentan a una situación dramática: no tener a dónde ir y tener que seguir viviendo con su agresor. Por eso resulta fundamental dar una solución habitacional a las mujeres víctimas, para de esa forma cortar con los ciclos de violencia machista y evitar nuevos casos de femicidios.

Apuntando a resolver esta problemática es que presentamos el “Proyecto de Solución Integral de Vivienda para Mujeres en situación de Violencia de Género”. El proyecto consta de tres partes, una primera que es la extensión de la cobertura de las casa-refugio para las mujeres en situación de emergencia para que se alojen momentáneamente mientras salen de la situación de peligro. Una segunda parte, que plantea que estas mujeres tengan acceso a una vivienda transitoria; para ello proponemos la utilización de los miles de inmuebles ociosos de la Ciudad. Cabe señalar que actualmente el gobierno porteño, por medio del Banco Ciudad, está rematando ocho departamentos por 8,6 millones de pesos, que bien podrían ponerse a disposición de la Dirección de la Mujer para utilizarse como casas-refugios. Finalmente, en la tercera parte del proyecto, avanzamos sobre cómo garantizar una solución material integral para que las mujeres víctimas de violencia de género puedan iniciar una nueva etapa en sus vidas. Proponemos acá el lanzamiento de un plan de viviendas con créditos a tasa 0% y sin exclusión de las mujeres que no tengan recursos económicos, para que puedan acceder a su nueva vivienda.

En el mes de la tercera marcha del #NiUnaMenos, decimos que proyectos como el que presentamos es posible ponerlos en práctica. Si no se lo hace es debido a la responsabilidad de los gobiernos locales y nacional, que priorizan los recursos para otras cosas, como pagar deuda externa, en vez de jugarse de verdad a terminar con la violencia de la sociedad patriarcal en la que vivimos.