Mauricio Macri y la ministra Carolina Stanley recortaron miles de pensiones destinadas a personas con capacidades especiales, valiéndose de un decreto del gobierno peronista de Carlos Menem de 1997.

Les quitan a 70.000 pensiones a personas con capacidades diferentes por 800 millones de pesos. Guillermo Badino, presidente de la Comisión Nacional de Pensiones Asistenciales afirmó que “una persona con síndrome de down no es sujeto de derecho de esta pensión. Puede trabajar si lo desea”. (Clarín, 14 de Junio 2016). Le dicen a los afectados que llamen a un 0800 para ver si le “revisan” la medida. Una barbaridad.

Decir que le sacan una pensión de 4000 pesos porque un discapacitado tiene un auto usado o su cónyuge gana una jubilación mínima de 6.394 pesos es propio de un gobierno de gerentes y Ceos que desprecian la vida de los más humildes. Además, les sacan la obra social y los medicamentos; no cumplen con el cupo laboral; los mantienen precarizados y no tienen accesibilidad en oficinas ni transporte público. Esto se suma a la quita de medicamentos del PAMI o el recorte a los comedores escolares.

Macri aplica un ajuste que impacta contra millones de trabajadores y sectores populares, con despidos y robo salarial mientras destina la plata para pagar la deuda externa, subsidia a las privatizadas y petroleras y exime de impuestos a las megamineras y oligarcas del campo. El mismo gobierno que autorizó un “dietazo” a los diputados del PRO, la UCR, el FpV y el PJ ahora se ensaña quitándoles lo mínimo e indispensable a personas que no se pueden valer por sus propios medios.

Llamamos a concentrar en el Obelisco este jueves de 18 a 21 horas para que retroceda esta repudiable medida.