Escribe Claudio Funes

En la ciudad de Bolívar, en el microestadio República de Venezuela, el ex ministro de Interior y Transporte kirchnerista se lanzó al ruedo.

El precandidato a senador nacional centró sus críticas contra el gobierno de Macri. “La política de empleo no se arregla con garrote”, dijo en alusión al desalojo de PepsiCo, cuando durante todo este tiempo no pronunció una palabra en contra de la política de ajuste y su secuela de 200.000 despidos. 

El que participara durante ocho años del gobierno kirchnerista, manifestó: “La mayoría de nosotros venimos de un peronismo al que le duele el dolor del otro. Queremos construir una oposición, pero no nos conformamos con eso: queremos ser gobierno en 2019. Para eso tenemos tres valores fundamentales: no robar, no mentir y cumplir con la palabra”, mientras en las tribunas se agitaban banderas de la UOM de Caló y el Barba Gutiérrez, de la Unión Ferroviaria de Sassia y de la Uocra de La Matanza. Estos apoyos de la burocracia sindical definen mejor que nada quién es efectivamente Randazzo.