Más Frente de Izquierda en el Congreso
Para fortalecer las luchas contra el ajuste
Votar por diputados del Frente de Izquierda es fortalecer las luchas contra el ajuste del Gobierno y sus cómplices, y al mismo tiempo a las nuevas direcciones sindicales combativas contra la burocracia traidora. La pelea de los despedidos de PepsiCo mostró con claridad que la única “grieta” que existe es la que se abre entre los trabajadores que sufren el ajuste, los despidos y la precarización laboral, de un lado; y el gobierno y las patronales que incrementan sus superganancias despidiendo trabajadores con el aval de la burocracia sindical, del otro.
Mostró también que los diputados de Cristina, Massa, Stolbizer, Randazzo, los peronistas cordobeses y los “socialistas” santafesinos, solo posan de opositores en la campaña electoral, mientras le garantizan a Macri la gobernabilidad. Con seguridad los que sean electos van a reforzar este “pacto social” y los veremos votar las leyes que le permitan avanzar en la profundización del ajuste y la flexibilización laboral. Por el contrario, el Frente de Izquierda es la única alternativa que se opone claramente al ajuste, y sus diputados apoyarán incondicionalmente todas las luchas como lo vienen haciendo, en las fábricas y lugares de trabajo, en las movilizaciones y jornadas en solidaridad, colaborando con los fondos de lucha y por medio de sus intervenciones en los ámbitos legislativos y en los medios, tal como lo han hecho todos estos años.
Para terminar con los despidos y contra la flexibilización laboral
Meter más bancas del Frente de Izquierda en el Congreso y las legislaturas es fortalecer la lucha contra los despidos y la mayor flexibilización laboral con la que el Gobierno intentará avanzar después de las elecciones. La crisis social es cada vez mayor y continúa la ola de despidos y suspensiones. Esta es la política de Cambiemos, con un ajuste que se profundizará tras los comicios. Por su parte, la principal candidata del kirchnerismo, Cristina Fernández, pidió que se rezara por el trabajo y les recomendó a sus sindicalistas amigos que no realicen movilizaciones. Frente a todo esto desde el Frente de Izquierda planteamos que se deben prohibir inmediatamente las suspensiones y despidos. Nuestro diputado Juan Carlos Giordano presentó un proyecto de ley con tres medidas de emergencia: prohibición de despidos y suspensiones, estatización de toda empresa que cierra poniéndola nuevamente en actividad bajo gestión de sus trabajadores, y reparto equitativo de las horas de trabajo, reduciendo la jornada laboral para que todos cobren igual salario. Al mismo tiempo, el gobierno de Macri, en acuerdo con las patronales y la burocracia sindical, quiere avanzar sobre los derechos laborales a través de una mayor flexibilización “a la brasileña”. Los diputados del Frente de Izquierda nos comprometemos a oponernos a cualquier planteo de este tipo en el Congreso, a la vez que acompañaremos todas las peleas que se den.
Para pelear contra la corrupción
De Vido y todos los corruptos deben ir presos y devolver lo que se robaron. Juan Carlos Giordano, diputado nacional de Izquierda Socialista, presentó un proyecto de ley donde proponemos que se les invierta la carga de la prueba a los funcionarios y empresarios corruptos -considerándolos culpables hasta que demuestren su inocencia-, procediéndose a su inmediata detención y al remate de sus propiedades y bienes; a su vez, las empresas responsables serán estatizadas y pasarán a ser gestionadas por sus trabajadores. La campaña que el oficialismo orquestó para expulsar del Congreso al corrupto Julio De Vido, actual diputado y ex ministro de los gobiernos kirchneristas, fue una farsa para sacar rédito electoral. Pero su intención no era meterlo preso, por el contrario el gobierno piensa seguir con los negocios que benefician a los grandes grupos económicos y multinacionales que reparten coimas en todos los bolsillos. Basta el caso emblemático de la megaconstructora brasileña Odebrecht, que reconoció haber pagado 35 millones de dólares en sobornos durante el kirchnerismo para quedarse, entre otras, con el soterramiento del Sarmiento junto a la constructora del primo de Macri; o la polémica construcción de las represas hidroeléctricas santacruceñas, que el mismo De Vido pactó con la china Gezhouba Group y que Macri acaba de reactivar después de que la Corte Suprema de Justicia las suspendiera a causa del impacto ambiental que provocarían.