Escribe Javier Leonforte

Las elecciones del 13 de agosto mostraron un nuevo fracaso de los proyectos de la centroizquierda. En la provincia de Buenos Aires se habían presentado en dos listas. Por un lado Pino Solanas y Pablo Micheli (CREO), y por otro Víctor De Gennaro de Unidad Popular, con Juan Carlos Alderete del PCR/CCC y el Partido Socialista. Ambos obtuvieron el 0,5% y no podrán competir en octubre por la proscripción de las PASO. En CABA la centroizquierda también se presentó dividida, estuvieron Claudio Lozano con Héctor Polino y el MP La Dignidad, y Proyecto Sur con Pueblo en Marcha (Frente Popular Darío Santillán y otros), y tampoco llegaron al 1,5% que exige la proscriptiva ley de las PASO.

Estos fracasos electorales tienen como trasfondo político la profunda crisis y división de la CTA en distintos sectores burocráticos donde De Gennaro y Micheli están enfrentados. A su vez tenemos que recordar los nefastos antecedentes históricos de la centroizquierda apoyando gobiernos patronales como el de De la Rúa, que terminó con el Argentinazo de 2001, y el de Aníbal Ibarra que concluyó con la masacre de Cromañón. Estos sectores nunca lograron articular una alternativa política al kirchnerismo, como sí lo hemos logrado con el FIT desde 2011 uniendo a la izquierda. Hoy en Santa Fe el Partido Socialista también gobierna para los ricos, aplicando el ajuste y la represión y quedó tercero en las elecciones de su provincia detrás de Cambiemos y el peronismo.

Frente al ajuste de Macri sabemos que existen honestos militantes y luchadores que tenían expectativas en algunos de estos proyectos de centroizquierda y hoy sienten una nueva frustración. Fraternalmente los llamamos a reflexionar, a no votar políticos patronales en octubre y a sumarse al FIT para construir una alternativa unitaria de la izquierda, junto con los trabajadores para pelear por los cambios de fondo que necesita nuestro país.