Las tierras apropiadas por Benetton
Escribe Agustín Gigli Candidato a diputado nacional Izquierda Socialista en el FIT • Chubut
Las distintas comunidades mapuche pelean por su territorio. Con recuperaciones o desde las zonas marginales de las ciudades, la cuestión de la tierra es central para esta cultura que sufrió en carne propia la “Campaña del Desierto”. La Pu Lof en Resistencia del departamento de Cushamen no pelea por recuperar cualquier territorio, sino que
lo hace explícitamente contra uno de los más grandes terratenientes de Argentina: el Grupo Benetton.
Benetton se apropió de las tierras que actualmente usufructúa con una seguidilla de eventos. Recorramos a la inversa cómo sucedieron para poder entender por qué hay que expropiar a estos terratenientes.
Benetton no es una empresa familiar que se construyó sobre la base de los tejidos de la abuela de Luciano, no se dedica exclusivamente al pastoreo y esquila de algunas pocas ovejas. Desde 2003, en plena lucha antiminera, se sabe que la Compañía de Tierras del Sud Argentino pasó a ser en 1996 una empresa dedicada también a la explotación minera y forestal. Fue poco antes, en 1991, que Luciano Benetton compró las estancias que conforman la compañía por sólo 50 millones de dólares. Antes, le “pertenecían” a The Argentine Southern Land Company, firma inglesa con sede en Londres que formaba parte, junto con otras cincuenta empresas, de un grupo que, sólo en Chubut, poseían más de 2.300.000 hectáreas. Fue en 1982, durante la guerra por Malvinas, que se tradujo el nombre.
Los ingleses, luego de financiar la llamada “Campaña del Desierto” –en la realidad el genocidio de los pueblos originarios de la región–, conforman en 1889 la filial argentina de South American Land Company, bautizándola Argentine Southern Land Company y el Estado les regala las tierras de la hoy conocida estancia Leleque. Luego en 1910 se extenderá también a la actual estancia Tecka (650.000 y 400.000 hectáreas respectivamente).
Hoy Benetton sigue comprando tierras y sumando hectáreas de a miles. La Pu Lof, en este conflicto, apenas si está recuperando un “cuadro”, es decir cerca de 600 hectáreas. Y por eso son demonizados y criminalizados.