Escribe Jorge Adaro Secretario general de Ademys candidato a diputado nacional en CABA Izquierda Socialista en el FIT

El gobierno de Cambiemos insiste en su ataque contra la educación pública, ahora con una nueva reforma en la escuela media llamada “secundaria del futuro”, que comenzará en dieciséis escuelas de la Ciudad de Buenos Aires a partir de 2018. El objetivo es adaptar la educación secundaria a las necesidades de los empresarios, en detrimento de los contenidos y

el rol pedagógico de la escuela pública.

Esta reforma producirá un descalabro del sistema educativo en el nivel medio, ya que coexistirán en esas escuelas los planes de la “secundaria del futuro” en el primer año, de segundo a cuarto los de la NES (Nueva Escuela Secundaria), implementada por el kirchnerismo, y quinto año con el plan de estudios de la vieja ley menemista.
Con este cambio se achican los contenidos y de doce materias se pasará a “cuatro áreas”. Cambiará el sistema de enseñanza, ya que sólo 30% de los contenidos estará a cargo de los docentes frente al grado con los alumnos y un 70% será de “trabajo autónomo del alumno”, donde el docente sólo será un “facilitador” de aportes; el quinto año serían pasantías, con el 50% del tiempo escolar destinado a la aplicación de lo aprendido en las empresas (reemplazando a los trabajadores por mano de obra semigratuita) y el 50% del tiempo restante destinado al desarrollo de habilidades y proyectos relacionados al “emprendedurismo”. Este concepto fue definido por Esteban Bullrich como la opción para prepararse a “disfrutar un mundo laboral de incertidumbre”, es decir prepararse para que no haya estabilidad laboral, buscando la salida del “emprendimiento individual” para sobrevivir. Es hacerle creer a los estudiantes que todos podrán generar su propio trabajo, en un mundo con cada vez menores posibilidades de conseguirlo.
Esta “secundaria del futuro” busca una mayor flexibilización laboral para los docentes, con pérdida de horas de trabajo. Quieren imponer nuevos modos de contratación, liquidando el convenio colectivo, el Estatuto Docente. Pedagógicamente se achican los contenidos y se deteriora la calidad educativa de nuestros alumnos, dejando de lado la formación de chicos con pensamiento crítico, procurando que los jóvenes se adapten sumisamente a las necesidades de los empresarios. En el marco de miles de despidos de trabajadores, pretenden que los alumnos se conviertan en adolescentes-trabajadores precarizados a través de las llamadas pasantías.
Desde Ademys impulsamos la organización de la docencia para profundizar la movilización contra este intento de reforma, siendo central la coordinación con los estudiantes secundarios y las familias para derrotar esta nueva ofensiva de los organismos internacionales. Saludamos e impulsamos también los pronunciamientos y asambleas de los docentes de las escuelas piloto, que empiezan a multiplicarse y difundirse. Llamamos a una amplia campaña nacional para derrotar la “secundaria del futuro” y todo el Plan Maestro que Macri, Larreta y los gobernadores quieren implementar.