Empezó octubre y la campaña electoral entró en su tramo definitorio. La realidad, dicha por todos los analistas y palpada por el conjunto de los compañeros en las calles, plazas, lugares de trabajo o estudio, es que la campaña está “muy fría”. La mayoría de la población siente que la realidad pasa por otro lado antes que por los “timbreos” de Cambiemos o las declaraciones de Cristina. Todo esto es cierto, lo concreto es que el ajuste sigue, el salario sigue sin alcanzar y Santiago Maldonado continúa sin aparecer.

Que la CGT finalmente realizó su postergado comité central confederal, simplemente para reafirmar la tregua, archivando totalmente cualquier planteo de paro general o plan de lucha, en una capitulación a cualquier pelea contra el ajuste.

Pero, ¡cuidado!, en veinte días se va a votar. Y los trabajadores y demás sectores populares no podemos caer en el juego de que “no importa”. Eso es lo que quiere Macri, que busca conservar los votos de las PASO y subir un poquito en provincia de Buenos Aires para fortalecerse como ganador. Y también Cristina, que sabiendo que no le está yendo bien en las encuestas aspira a rasguñar algo más del voto joven o del peronista que en agosto apareció apoyando a otras opciones como Massa o Randazzo.

¡Sí que importa a quién se vota! Por eso tenemos que discutir con cada compañero que no sirve votar a ninguna lista patronal. Que es un gran error. Que aquellos que, buscando “castigar al kirchnerismo” lo hagan por Cambiemos, van a terminar fortaleciendo al gobierno de Macri para que pueda aplicar un mayor ajuste, para los nuevos tarifazos o para implementar la reforma laboral. Pero que tampoco sirve votar a Cristina o al resto del peronismo. Porque ellos no van a parar ningún ajuste. Van a seguir defendiendo a sus funcionarios corruptos, atacando si es necesario a los trabajadores (como hizo esta semana Cristina echándole la culpa al motorman de la masacre de Once), continuarán ajustando en las provincias que gobiernan, sus legisladores van a seguir acordando las principales leyes con el macrismo y sus burócratas sindicales amigos van a mantener la tregua.

Por eso la gran tarea que tenemos por delante es salir a convencer a cada compañero que hay que votar al Frente de Izquierda en todo el país. Porque somos los únicos que les podemos garantizar a los trabajadores que vamos a oponernos frontalmente al nuevo ajuste que se viene, votando en contra todas y cada una de las leyes que quiera imponer el gobierno y apoyando incondicionalmente cada pelea que se encare para enfrentarla.

Pero el Frente de Izquierda no para de luchar porque hay campaña electoral. Ese fue el objetivo del plenario sindical en apoyo al FIT que hicimos el sábado pasado en Lanús. Allí unimos las dos cosas. Juntamos a una parte muy importante del sindicalismo combativo que sale a darle pelea a la burocracia y su tregua. Por eso estaremos el 12 de octubre en Capital marchando contra la reforma laboral. Así, por ejemplo, aprovechamos cada espacio para reclamar por la aparición con vida de Santiago Maldonado. Así fue como el domingo pasado nos movilizamos a Plaza de Mayo y a todas las plazas del país. De la misma manera estaremos presentes masivamente en el próximo Encuentro Nacional de Mujeres en el Chaco, peleando por un auténtico plan de lucha que imponga todas y cada una de las reivindicaciones.
Todo esto debe confluir en lograr que miles y miles de compañeros voten al FIT en estas elecciones. Por eso necesitamos multiplicar las voces y los brazos. Discutiendo y peleando el voto día a día con nuestros compañeros de trabajo, estudio y militancia. Juntando miles de fiscales. Haciendo llegar nuestras propuestas a cada barrio, plaza, fábrica, oficina, taller, escuela o facultad. Pegando miles de afiches para que nuestros candidatos y consignas aparezcan en todas las paredes, peleándole así a las campañas millonarias de los candidatos patronales. Invitando a nuevos compañeros a las charlas con nuestros candidatos y a que se reúnan con nosotros para ayudarnos en la campaña.

Porque somos los únicos que tenemos un verdadero programa frente al ajuste, que pasa por suspender ya mismo los pagos de deuda externa y poner todos esos recursos al servicio de dar trabajo, salario, educación, salud y vivienda. Porque necesitamos fortalecer una auténtica alternativa política de la clase trabajadora tenemos que hacer más grande al Frente de Izquierda, votándolo y llamando a votarlo en todo el país el 22 de octubre.