Por Simón Rodíguez 

Aprovechando las vacilaciones del gobierno catalán, que se acobardó y no honró el compromiso de proclamar la independencia si así lo decidía el referendo del 1o de octubre, el régimen monárquico ha lanzado una ofensiva para aplastar al pueblo catalán. Haciendo valer su condición de “cárcel de pueblos”, el Estado español se prepara para aplicar el artículo 155 de la Constitución pactada en 1978 con el franquismo, disolviendo el gobierno autónomo catalán y empleando medidas represivas extraordinarias. Se espera que el Senado apruebe el viernes la solicitud del corrupto y represor Rajoy, con los votos del PP, el PSOE y Ciudadanos.

El movimiento popular, sin embargo, sigue en pie de lucha luego de haber realizado más de quince movilizaciones en el último mes. El sábado, 450.000 personas marcharon por la libertad de los presos políticos independentistas Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, secuestrados por el régimen español y acusados de “sedición”. Se los acusa de convocar las movilizaciones populares contra la Guardia Civil cuando este cuerpo represivo realizaba allanamientos y desmanes en Barcelona durante los días previos al referendo.

Lucha Internacionalista (LI), sección de la UIT-CI en Catalunya, ha venido participando en el proceso independentista, alertando sobre las limitaciones e inconsecuencias del gobierno catalán. “Con la suspensión de la proclamación de la República Catalana Puigdemont nos expone más a la represión […] No confiamos en este gobierno: si ha llegado hasta aquí ha sido empujado por la gente en la calle […] hay que profundizar la organización desde abajo, uniendo la izquierda sindical que convocó la huelga general del 3 de octubre, la izquierda popular que se ha organizado en los CDR, el movimiento estudiantil y la izquierda política desde la CUP-CC”, plantea LI en una declaración del 17 de octubre.