¿Por qué el kirchnerismo se opuso a marchar por Santiago?
Escribe Mariana Morena
Un gran número de organizaciones sociales, políticas, sindicales, estudiantiles, culturales, antirrepresivas y de derechos humanos se movilizaron la semana pasada a Plaza de Mayo a partir del hallazgo del cuerpo de Santiago Maldonado, redoblando la exigencia de verdad frente al encubrimiento, así como el reclamo de juicio y castigo a los culpables y la renuncia de la ministra Bullrich y su segundo Noceti. Convocadas por el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, las marchas se multiplicaron por todo el país, abarcando el miércoles 18 por la tarde (frenada en gran parte por el kirchnerismo), la tradicional ronda de las Madres el jueves 19, una gran protesta espontánea el viernes 20 por la noche al conocerse que se trataba de Santiago, y una multitudinaria en la tarde del sábado 21, desestimando la veda electoral.
El kirchnerismo no convocó a ninguna de las movilizaciones y, por el contrario, se ocupó de frenarlas por todos los medios disponibles. Contó con el apoyo de sus medios adeptos y organizaciones de derechos humanos cooptadas durante sus gobiernos. Tergiversando los comunicados de la familia Maldonado, salieron a confundir afirmando que se debía respetar su dolor a la espera de una futura convocatoria, y que hacerlo en esos momentos era una provocación al gobierno. De esta forma mantuvo la misma política de “no enfrentamiento” que viene siendo clásica de los dirigentes, diputados y centrales sindicales kirchneristas y peronistas en relación con el gobierno de Cambiemos. A pesar de todo esto, centenares de compañeros que se referencian en el kirchnerismo le dieron la espalda a esta “orden” de sus dirigentes y estuvieron presentes, en particular el viernes 20 y el sábado 21.
“Todo lo que ganamos fue en las calles”, afirmó sin dudar Nora Cortiñas en la última ronda de las Madres, volviendo a colocar el eje de la discusión en el lugar correcto. Solo la movilización nos permitió avanzar hasta este punto y nos permitirá seguir sosteniendo incondicionalmente nuestros reclamos.