Escribe Claudio Funes

Un nuevo tarifazo está en puertas, golpeando fuertemente al ya maltrecho bolsillo de los trabajadores. Su responsable, el ministro Aranguren, figura como director de una empresa offshore de Shell, multinacional que hoy hace grandes negocios con el gobierno de Macri.

Se viene el nuevo tarifazo. Aranguren, el ministro de Energía, ya convocó a las respectivas audiencias públicas; el 15 de noviembre se realizará la que defina el incremento del gas y el 17 la de la luz. Son parte de las medidas que había anunciado tras disertar en el Consejo de las Américas, organismo fundado por David Rockefeller. En esa oportunidad el ministro declaró que el precio de los combustibles y el petróleo iría convergiendo hacia fin de año con los internacionales y que se llevaría adelante una revisión integral de las tarifas de luz y gas.

Con estos nuevos ajustes el gas se incrementará 40%. A su vez la luz aumentará en dos tramos, uno en noviembre y el otro en febrero de 2018, que se traducirán en una factura entre 40% y 110% más cara. Recordemos que desde que asumió el gobierno de Cambiemos la suba del gas llegó a 400% y la de la luz al 234%. El gobierno de los CEOs, coherente con su carácter, prepara un nuevo robo al bolsillo del pueblo trabajador para transferir miles de millones a sus grandes empresarios amigos.

Paradise Papers

Según el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, en el caso conocido como Paradise Papers, Aranguren, ex Ceo de la petrolera Shell, fue director de al menos dos empresas radicadas en un paraíso fiscal. Esto podría tomarse como una anécdota más de corrupción, si no fuera porque una de ellas es la principal adjudicataria por la compra de gasoil por parte del gobierno de Macri. En abril de 2016 Shell Western Supply and Trading se adjudicó siete de los ocho cargamentos de gasoil licitados por Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico). “Fue la que ofertó el precio más conveniente para el Estado”, se justificó el ministro de Energía sobre la operación que rondó los 150 millones de dólares. Además se desligó de cualquier influencia suya en el contrato de Cammesa aduciendo que en todo lo relativo con Shell, quien lo reemplaza en las decisiones es el ministro de Producción Francisco Cabrera, como si este no fuese parte del gobierno. Es notorio el incremento en los contratos que Shell suscribió con el actual gobierno. Pero Aranguren no deja de darnos sorpresas, de los 86.685.999 de pesos que posee en bienes, dinero y depósitos, declarados al inicio de 2016, el dinero invertido en Shell representa casi el 20% de su patrimonio.

¿Cuál es la salida?

Aranguren ha hecho toda su carrera empresaria en Shell. Sus intereses están íntimamente vinculados a los de esa multinacional, aunque diga lo contrario. Claramente esto es incompatible con que sea ministro de Energía. Es obvio que prioriza sus negocios con Shell por sobre los intereses del pueblo trabajador.
El nuevo tarifazo, al igual que los anteriores, nada tiene que ver con el “sinceramiento”, “la modernización de la Argentina”, “realizar obras” ni “para que regresen las inversiones”. Aranguren es un mercader, un mentiroso que debe renunciar ya a su cargo y rendir cuentas por corrupto.

Hoy, con todos los tarifazos a cuestas, los servicios privatizados continúan siendo de mala calidad, Edenor y Edesur son un ejemplo. Desde Izquierda Socialista planteamos que la única salida es reestatizar las empresas privatizadas y ponerlas a funcionar bajo gestión de sus trabajadores y usuarios. Solo así se podrá garantizar que todos tengan acceso a estos servicios esenciales, con tarifas sociales y la calidad adecuada.

Otro ministro en el escándalo

Otro ministro, en esta oportunidad el de Finanzas, Luis Caputo, también quedó envuelto en el escándalo mundial de los Paradise Papers. Se conoció que administraba cuentas offshore antes de llegar a la función pública. Manejó el fondo de inversión Alto Global Fund, inscripto en las islas Caimán, uno de los paraísos fiscales que guardan mas secretos en el mundo. También fue administrador de Noctua Partners LLC, una gerenciadora de fondos de inversión de Miami con ramificaciones en el estado de Delaware, refugio del secreto y los beneficios fiscales. Es “una persona absolutamente correcta que justamente lo que ha hecho es tratar de ayudar a la Argentina en este proceso de cambios”, salió a defenderlo Gabriela Michetti, vicepresidenta de la Nación. La misma a la que robaron de su domicilio 245.000 pesos y 50.000 dólares que no pudo justificar, mientras presidía la irregular fundación SUMA. Una auténtica vergüenza.