Escribe Claudio Funes

El 24 de noviembre, en un proceso vergonzoso, los jueces dieron por probada la participación de Alfonso en delitos de lesa humanidad, pero solo lo condenaron a cuatro años. Al represor López Fader lo absolvieron.

Con la consigna “Cuando la gorra crece, nuestros derechos desaparecen” se llevó adelante la movilización hacia el Congreso, donde el eje fue la denuncia a la represión institucional sobre los jóvenes. La marcha tuvo su origen en el año 2007 en Córdoba y se replicó en varios puntos del país, como Mar del Plata, Villa María, Tandil, Río Cuarto, Catamarca, Mina Clavero y La Plata. Buenos Aires es escenario de esta iniciativa por primera vez.

Escribe Martín Fú

Fabián Uriel Fernández Garello es el actual fiscal general de Mar del Plata.
En la dictadura, Garello fue un activo agente de inteligencia que prestaba servicios en la Dipba (Dirección de Inteligencia de la policía bonaerense). Está sindicado como partícipe del secuestro y tortura de militantes comunistas y en la infiltración dentro del PST (Partido Socialista de los Trabajadores), que terminó con el secuestro, tortura y asesinato de nuestra compañera Ana María Martínez en febrero de 1982.

Escribe Martín Fú

El pasado 24 de noviembre se informaron los resultados de los peritajes de la autopsia de Santiago. En el informe se habría concluido que la muerte fue a causa de asfixia por inmersión y un cuadro de hipotermia. Así lo informó el juez Lleral, encargado de dar la novedad y reforzar, como lo había hecho antes, el discurso del gobierno de Macri para intentar despegarse del caso y de la responsabilidad de la desaparición de Santiago y su posterior muerte. Este informe de los expertos no contradice lo que venimos afirmando desde un primer momento, que Santiago fue víctima de la represión lanzada por Gendarmería contra los ocupantes de la Pu Lof de Cushamen al comando del jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti, con el accionar de parte de la ministra Bullrich para encubrir el accionar represivo.

Declaración del Comité Ejecutivo de Izquierda Socialista 24 de noviembre

La desaparición del submarino ARA “San Juan” y la confirmación de su explosión han conmocionado al país y al mundo. Surgió un masivo y genuino sentimiento popular de solidaridad por la vida de los 44 tripulantes, al cual nos sumamos desde el primer día, con la esperanza de que estén vivos y puedan ser rescatados. Pero esa ilusión se fue apagando a medida que empezaban a trascender “las novedades” de la cúpula de la Armada, provocando la indignación de los familiares: “Los mandaron a navegar atados con alambre”, “los entregaron al muere”, “nos mintieron”, fueron algunas de sus afirmaciones. Repudio que acompañamos y junto con el justo reclamo de que se haga justicia.